La neurosis es el resultante de una frustración
narcisista
La frustración produce su efecto patógeno al
estancar la libido y someter así al individuo a una
prueba
El individuo permaneció sano mientras su requerimiento amoroso era
satisfecho por un objeto real del mundo exterior; se volvió neurótico
tan pronto como ese objeto le fue sustraído, sin que se le hallase un
sustituto
La curación podrá venir del destino, capaz de brindar un
sustituto para esa posibilidad de satisfacción perdida.
POSIBILIDADES DE MANTENERSE SANO
Una es trasponer la tensión psíquica en
una energía activa y vigorosa que
permanezca dirigida hacia el mundo
exterior y termine por arrancarle una
satisfacción real para la libido
La otra es que se renuncie a la satisfacción libidinosa, se
sublime la libido estancada y se la aplique a lograr metas
que ya no sean eróticas y estén a salvo de la frustración.
EL EFECTO DE LA FRUSTRACIÓN
Reside sobre todo en otorgar vigencia a los
factores predisponentes hasta ese momento
ineficientes
Toda vez que estos factores
preexistan acusados con una
intensidad suficiente, amenaza el
peligro de que la libido sea
introvertida
Ella se extraña de la realidad, que en virtud de la
pertinaz frustración ha perdido valor para el
individuo; se vuelve hacia la vida de la fantasía,
donde se crea nuevas formaciones de deseo y
reanima las huellas de formaciones de deseo
anteriores, olvidadas.
La libido puede retroceder todavía más,
hallar por el camino de la regresión unas
vías infantiles y aspirar a tales metas
Y si estas aspiraciones, que son inconciliables con el estado actual
de la individualidad, se vuelven bastante intensas, por fuerza
estallará el conflicto entre ellas y el otro sector de la personalidad
que se mantuvo en relación con la realidad
CONSECUENCIA DE LA ENFERMEDAD
El individuo no enferma a consecuencia de
una alteración en el mundo exterior, que lo
frustre ahora en vez de satisfacerlo, sino de
un empeño interior por procurarse la
satisfacción asequible en la realidad.
Enferma en el intento de adaptarse a la
realidad y cumplir la exigencia de realidad
de objetividad, en lo cual tropieza con
unas dificultades interiores insuperables
el individuo no enferma a consecuencia de una
alteración en el mundo exterior, que lo frustre
ahora en vez de satisfacerlo, sino de un empeño
interior por procurarse la satisfacción asequible en
la realidad
Las neurosis surgen del conflicto entre
el yo y la libido; en segundo lugar, con
la intelección de que no existe ninguna
diversidad cualitativa entre las
condiciones de la salud y de la neurosis,
y los sanos enfrentan la misma lucha
para dominar la libido, sólo que les va
mejor en ella.
CONTRACCIÓN DE ENFERMEDAD
En el primero resalta una
alteración del mundo exterior
En el primer tipo, se enferma
por una vivencia
en el segundo el acento recae
sobre una alteración interior.
Surge la tarea de renunciar a la
satisfacción, y el individuo enferma
por su incapacidad de resistencia; en
este, la tarea es trocar un modo de
satisfacción por otro, y la persona
fracasa por su rigidez.
FRUSTRACIONES
No es frustrada por la realidad cualquier
satisfacción, sino justamente aquella que el
individuo declara la única posible para él, y la
frustración no parte de manera directa del mundo
exterior, sino, primariamente, de ciertas
aspiraciones del yo; no obstante, la frustración
sigue siendo lo común y lo más comprehensivo
La libido nunca ha abandonado las fijaciones
infantiles; la exigencia de la realidad no se presenta
de improviso al individuo sea su madurez total o
solamente parcial sino que viene dada en la
circunstancia misma de ir creciendo: de suyo varía de
una manera continua con la edad
Todos los otros factores frustración, fijación,
inhibición del desarrollo permanecen ineficientes
mientras no afecten una cierta medida de la libido ni
provoquen una estasis libidinal de determinada altura
las fijaciones patógenas de la libido no se establecen
sólo ahora, sino que tenían vigencia cuando se era
sano. Las más de las veces preexistía cierta medida
de introversión de la libido; y un tramo de la
regresión a lo infantil se ahorra porque el desarrollo
aún no había recorrido todo el camino
EL CONFLICTO Y LA FIJACIÓN
Está dado de antemano el conflicto entre el
afán de perseverar tal como se es y el afán
de alterarse según propósitos nuevos y
nuevas exigencias de la realidad; en el
primero, en cambio, el conflicto sólo
sobreviene después que la libido estancada
ha escogido otras posibilidades,
inconciliables, de satisfacción
los seres humanos enfermar tanto
si resignan un ideal como si
quieren alcanzarlo.
El papel del conflicto y de la fijación previa de la
libido son en el segundo tipo
incomparablemente más llamativos que en el
primero, en el cual puede ocurrir que tales
fijaciones inviables se establezcan sólo a
consecuencia de la frustración exterior
Si las fijaciones de la libido son lo bastante intensas para
contrariar un desplazamiento, en lo cual son decisivos, también
aquí, los factores de la predisposición, de la disposición
constitucional y del vivenciar infantil