Pese a la independencia política, la economía, la sociedad, el Estado y la iglesia conservaron las estructuras coloniales durante las primeras décadas del siglo XIX. Sin embargo, hacia 1850, los países latinoamericanos vivieron grandes transformaciones conocidas como las reformas liberales, las cuales tuvieron por objeto eliminar los restos de las instituciones coloniales y promover la incorporación de las economías de estos países al mercado mundial.