En el lugar donde se desarrolla este complejo empresarial funcionaban las canteras Barrancas y Sierras del Moral como sitios de extracción de materiales para la construcción. Los desarrolladores del proyecto Rafael, Jairo y Guillermo Rincón decidieron recuperar el sitio para poder utilizarlo y explotarlo comercialmente. En el lugar, se hizo la recuperación morfológicaen la que los cerros arruinados por la explotación de las canteras se convirtieron en terrazas para evitar deslizamientos, después se hizo la atención biológico-ecológica con la siembra de plantas y pasto. Para iniciar la construcción del primer edificio de North Point fue necesario la siembra de 300 mil árboles, que hoy impiden ver los rastros de lo que era la zona de canteras que afectaba ese sector de la ciudad.

Se trata de la torre Crystal, un edificio inteligente de 35 pisos que estará ubicado en la carrera séptima con calle 156, y que hará parte de los ocho edificios proyectados por los desarrolladores Rafael, Jairo y Guillermo Rincón, que hace más de dos décadas le apostaron a la renovación urbana de este sector de la capital.

El edificio inteligente que será construido por la firma Inrama y que tendrá cerca de 150 metros de altura, permitirá el desarrollo de 35 pisos, de los cuales tres estarán dedicados al comercio, 10 a parqueaderos y 22 a oficinas, estará ubicado en la zona

De acuerdo con Guillermo Rincón, uno de los desarrolladores, la torre estará en una zona por la que hace unos años nadie ofrecía nada y que afeaba el norte de la ciudad a lo largo de la carrera séptima, por la presencia de canteras.

“Este lugar hoy es epicentro de la renovación urbana, a tal punto que se convirtió en el metro cuadrado más costoso de la ciudad. Allí no solo se adelanta este proyecto, sino otros más que se van sumando a los miles de metros cuadrados que se empezaron a construir hace 20 años a la altura de la calle 122 con séptima, con la recuperación de la zona de cantera de El Bohío, a la que siguió Sierras del Moral en compañía de Arias Serna y Saravia”, explicó Guillermo Rincón.

Para iniciar la construcción del primer edificio de North Point fue necesario la siembra de 300 mil árboles, que hoy impiden ver los rastros de lo que era la zona de canteras que afeaba la carrera real.

Los empresarios consideran que esta parte de la ciudad se transformará y que prueba de ello son las construcciones que vienen creciendo aceleradamente a lo largo de la carrera séptima y hacia la carrera novena.

“De acuerdo con las proyecciones de la alcaldía de Bogotá, esta zona se convertirá en el lugar ideal para la instalación de grandes compañías que están cansadas de estar en el centro de la ciudad. Y de empresas que llegan al país para abrir nuevos mercados”, explicó Guillermo Rincón.

El directivo cree que la ciudad debe tender hacia el norte, salir del caos vehicular del centro, razón por la cual siguen apostándole al desarrollo de este tipo de proyectos de talla mundial.

El proyecto empresarial también tendrá un centro comercial que atenderá la necesidad de los habitantes de la zona.

Hasta un peatón despistado que camine por la calle 153 con carrera Séptima en Bogotá se da cuenta que una parte de los cerros del nororiente de la ciudad muestra una enorme cicatriz.

Un parche amarillento, polvoriento, sin árboles, con gigantes máquinas, bulldozer y camiones que suben y bajan varias veces al día, son los atavíos de esa cara de la montaña. El ruido no cesa. La inconformidad de los residentes del sector tampoco.

“Aquí se desarrolla el Plan de Manejo Recuperación y Restauración Ambiental (PMRA). Cantera El Cedro-San Carlos”, se lee en un aviso que pretende informar a los curiosos sobre las actividades desarrolladas en ese espacio.

Lo extraño es que un poco más adelante, en otro aviso casi del mismo grande pero de color terracota, se ofrece la venta de materiales de construcción.

“¿Están recuperando el medio ambiente o extrayendo materiales?”, se cuestiona un habitante del sector.

Pero eso no es lo único que causa extrañeza. La empresa encargada de un plan de restauración del medio ambiente es la Corporación Inmobiliaria El Cedro, una organización que tiene como razón social el construir viviendas o edificios. Aunque la inmobiliaria es la dueña del predio, ¿saben ellos de recuperar montañas?

Un plan de manejo de este tipo, según el parágrafo 2° del artículo cuarto de la resolución 1197 de 2004, es aquel que se aplica en zonas intervenidas por la minería con objetivo de “corregir, mitigar, y compensar los impactos y efectos ambientales ocasionados”. La idea de estos planes es acabar completamente las canteras.

Usaquén, desigualdad social