Para la fabricación de vacunas en vegetales como la papa se siguen los siguientes procesos:
1. Insertar el gen de un patógeno humano en una bacteria que infecta plantas.
2. La bacteria con el patógeno humano infecta los fragmentos de la hoja de la papa.
3. Dichos fragmentos brotan y generan plantas enteras que contienen el gen patógeno humano.
4. Al ingerir dichas papas, nuestro sistema inmune se activa, creando anticuerpos para dicho patógeno, creándonos por tanto inmunidad frente él.
Sin embargo, como lo que pasa a nuestro intestino es solo el gen, no el virus o la bacteria completa, no hay posibilidad de que la persona contraiga la enfermedad, pero si es lo suficiente, para que nuestro sistema inmune responda protegiéndonos frente a una posible infección verdadera.
La técnica descrita inicialmente refiere a una técnica muy común en la ingeniería genetica, llamada:
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