Creado por Educación Millennial
hace más de 4 años
|
||
Primero.
Es importante que seas consciente de tus emociones.
Segundo.
Hace falta que le des la bienvenida a tu experiencia emocional y la permitas (esto no significa que tengas que expresar necesariamente todo lo que sientes a otras personas). Deja queso produzca y que se desarrolle.
Tercero.
Para poder resolver los problemas resulta importante que seas capaz de describir tus sentimientos con palabras.
Cuarto.
Es conveniente que seas consciente de si, en una situación dada, tus reacciones emocionales son tus sentimientos primarios. En caso de que no lo sean, tendrás que trabajar para descubrir cuáles son esos sentimientos primarios.
Quinto.
Una vez que sientas tu emoción primaria, hace falta que evalúes si se trata de una respuesta saludable o no saludable ante la situación presente. Si es saludable deberías usarla como guía para la acción. De lo contrario, será necesario que la cambies.
Sexto.
Cuando tus emociones primarias no sean saludables, tienes que aprender a identificar la voz negativa que contiene los pensamientos destructivos que están asociados a ellas.
Séptimo.
Es preciso que seas capaz de descubrir tus respuestas y necesidades alternativas saludables, así como de confiar en ellas.
Octavo.
Es necesario que transformes tus emociones no saludables cuestionando los pensamientos destructivos. Podrás hacerlo si eres capaz de encontrar otra voz interna basada entes emociones y necesidades saludables.
EL FLUJO EMOCIONAL
Los pensamientos negativos llegan cuando hay un “ocio emocional” que se cura al estar en el flujo de las actividades que te conectan a Dios.