Creado por Erika Reatigui
hace más de 9 años
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FACTORES PSICOLÓGICOS DE UNA MADRE MALTRATANTE
Planteamiento de la hipótesis
Una posible hipótesis es que la estructura de la personalidad y psicopatología mujeres que muestran un comportamiento agresivo y violento, es uno de los factores más relevantes que se señalan en los problemas de maltrato. Se han reportado problemas de depresión, estilos de percepción de las madres, apercepción y expectativas irreales sobre los hijos, conducta criminal y madres con falla en el control de impulsos y afectos. En cuanto a la depresión, se consideran que ésta afecta la forma de percibir la realidad en las madres maltratadoras. Downs y Miller (1998), consideran que en las madres maltratadoras, la depresión es un sentimiento frecuente como parte de su personalidad por lo que pueden estar continuamente tristes, de mal humor sin causa aparente, pasivas e infelices; con inmadurez emocional, y con dudas sobre decisiones de la vida cotidiana. Pero también cuando el trastorno se refiere a una depresión mayor, suelen tornarse negligentes y presentar fallas en el progreso del cuidado de los hijos a tal punto de no tener conocimiento de si su hijo
Marco teórico
Algunos estudios realizados atribuyen esta violencia ejercida en los niños a graves alteraciones psicológicas en la madre, y otras estadísticas dicen que muchas madres maltratadoras han sido objeto de violencia en su infancia de alguna manera. Asimismo influyen otros factores, como la violencia en la relación matrimonial y también en muchos casos, el número de hijos como resultado de un estrés disparado en términos de violencia con los mismos hijos (actitud de la cual obviamente los niños no tienen ninguna culpa y es irresponsabilidad de los padres que no ejercen control de la natalidad)
Por un lado, tener muchos hijos (sin tomar conciencia del cuidado antes de embarazarse) representa en algunos casos una gran carga de estrés para la madre (aunque obviamente los padres son responsables de haberlos traído al mundo), y agregado a una relación de pareja inestable y violenta desencadena, inevitablemente, maltrato infantil. Por ejemplo, un padre que maltrata a su esposa e hijos o sólo a la esposa, muy probablemente esa madre muchas veces maltrata a sus hijos.
d. Por lo general las madres maltratadoras, comparadas con los que no lo son, presentan las siguientes características:
Muy baja tolerancia a la frustración y expresiones inadecuadas de la ira
Falta de habilidades para guiar a sus hijos
O se sienten incompetentes e incapaces como madres en su interior.
e. Un factor importante para la conducta agresiva de las madres hacia los hijos es la creencia errónea que los niños actúan en contra de ella (por ej. ”Lo haces a propósito…lloras para que yo no pueda dormir”)
f. Es frecuente que ocurra un malestar psicológico generalizado en las madres con problemas de maltrato a sus hijos. Se ha encontrado cierta relación entre la infelicidad y la baja autoestima con el maltrato a los hijos.
PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO
MICROSISTE PADRES:
Comportamientos agresivos y hostiles, irresponsables en cuanto al cuidado de los hijos, (necesidades básicas), disfunción familiar (conflicto entre la pareja, separaciones, relaciones de estrés), problemas psicológicos y mentales.
HIJOS:
Hiperactivos, rebeldes, agresivos, poseen poca habilidad para relacionarse con otros, poseen actitudes de inferioridad e inseguridad.
EXOSISTEMA Estratos más vulnerables, desempleo ,ausencia de lazos sociales(madres), inestabilidades laboral
MACROSISTEMA Patrones culturales que enfatizan el castigo físico como el medio efectivo para corregir y educar al niño.
Estas mujeres se encuentran en las fronteras de la normalidad, con graves trastornos de la personalidad, que si la asociamos con el abuso de alcohol nos topamos con un sujeto con incapacidad para relacionarse afectivamente, violento, agresivo, sin control de los impulsos. El alcohol es droga de venta libre y promocionada por televisión que nos asegura un encuentro amoroso con el otro, y en la vida real, es el encuentro con la muerte, propia, de terceros, o de nuestros hijos.