Creado por JL Cadenas
hace alrededor de 11 años
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En alto vive,
en alto mora,
en alto teje
la tejedora.
Sal al campo por las noches
si me quieres conocer;
soy señor de grandes ojos,
cara seria y gran saber.
No lo parezco y soy pez,
y mi forma es fiel reflejo
de una pieza de ajedrez.
Miles de años
transportando al hombre;
y ahora guardados
nos lleva en su coche.
Tengo tinta, plumas tengo,
tengo brazos, además,
pero yo escribir no puedo,
porque no aprendí jamás.
Voy con mi casa a cuestas,
camino sin tener patas,
y voy marcando mi huella
con un hilito de plata.
Un convento bien cerrado,
sin campanas y sin torres,
y muchas monjitas dentro
preparan dulces de flores.
Del fin de los mares vengo,
y a los niños entretengo.
En el circo participan
con la pelota en los morros;
siempre a lo alto miran
porque allí están los focos.
Alto, altanero,
gran caballero;
gorro de grana,
capa dorada
y espuelas de acero.
¿Qué animal de buen olfato,
cazador dentro de casa,
rincón por rincón repasa
y lame, si pilla, un plato?
El roer es mi trabajo,
el queso mi aperitivo,
y siempre ha sido el gato
mi más feroz enemigo.
Con su risa mañanera
toda la playa alborota,
pescadora y marinera,
me refiero a...
Viajeras de negros vestidos,
que bajo teja hacemos los nidos.
Cargadas van, cargadas vienen,
y en el camino no se detienen.
Su padre relincha
con pésima voz,
su madre rebuzna
y suelta una coz.
De todos los animales,
¿sabes cuál tiene en su nombre
puestas las cinco vocales?
Por un caminito estrecho
va_ca-minando un bicho;
si quieres saber su nombre,
mira, que ya te lo he dicho.
Era un animal feroz,
hasta pintarla graciosa;
ahora nos brinda humor;
lo feroz... ya es otra cosa.
¿Qué animal, debes saber,
que, por usar tanto sus uñas,
aunque te produzca dudas,
animal dos veces es?
Soy yo un enorme ser vivo,
que en la selva me solazo;
quien me chincha sin motivo...
puede ganarse un trompazo.
Verde nace, verde se cría,
y verde escala pared arriba;
siendo, en la tapia,
el broche que brilla.
Alas de muchos colores,
se pierden entre las flores.
Con una rama de olivo,
símbolo soy de la paz,
y desde tiempos antiguos,
soy mensajera eficaz.
Amarillo, amarillito,
y mi cantar es bonito;
¿te parece necesario
decir que soy...?
Mari-, su vestido -quita,
todo lleno de lunares;
viene, cuenta tus uñitas,
y vuela hacia otros lugares.
De este animal, di el nombre:
es quien vigila la casa,
quien avisa si alguien pasa,
y es fiel amigo del hombre.
Es la reina de los mares;
todos dicen que es muy buena,
y nunca debe ir vacía,
pues siempre dicen 'va llena'.
¿Qué bicho dirás que es,
siendo algo y nada a la vez?
Verde como una esmeralda
y no es joya de artesano;
casi como un hombre charla
y tampoco es ser humano.
¿Sabes qué animal, di,
sin preguntarle indicó
con la cabeza que sí
y con la cola que no?
Fuerte garra, buen rugido,
con una larga melena,
y de mí siempre se ha dicho
que soy "el rey de la selva".
De celda en celda voy,
pero presa yo no soy;
siempre flor a flor yo toco,
y mariposa tampoco.
Dos pinzas yo tengo
y hacia atrás camino;
de mar o de río,
en el agua vivo.
Aunque yo llevo pijama,
siempre ando muy despierta,
y en la calle estoy pintada,
para que el paso te cedan.
Mis patas largas,
mi pico largo;
hago mi casa
en el campanario.
Yo soy negro y alargado,
en dos conchas colocado,
y como no puedo nadar,
me pego a las rocas del mar.
Estudiante que indagas
a la luz de la luna,
¿qué animal tiene alas,
pero no tiene plumas?
Como ave de casino,
con su frac va...
Dos montañitas
y un valle profundo;
jorobado camina
por este mundo.
Mi reinado está en el mar;
soy de peso regordeta.
Un día, siglos atrás,
me tragué entero a un profeta,
aunque lo debí expulsar,
para no saltar mi dieta.
Soy señor muy elegante,
excelente nadador,
y hago con mi gaznate
signos de interrogación.
Sin aletas, sin escamas,
como pez vivo en el agua;
cantando siempre contenta,
sin temor a la tormenta.
Un truquito este pez tiene,
que no todo el mundo sabe:
si a su nombre quitas la «ene»,
va y se transforma en ave.
Zumba que te zumbarás,
sin descanso viene y va;
de flor en flor trajinando
y nuestra vida endulzando.
En rincones y entre ramas,
mis redes voy construyendo,
para que moscas incautas,
en ellas vayan cayendo.
Yo siempre tiro al monte,
a respirar aire puro;
tengo barba y no soy hombre,
¡por mis cuernos, te lo juro!
Muy grande será mi fortuna,
pues mudo de vez en cuando,
la camisa sin costura,
de colores y con cuadros.
Un espléndido abanico
que no produce pavo-r;
sus alas, plumas y pico
son real-es, sí señor.
Adivina, adivinanza,
¿qué familia de animales
tienen, como bien sabes,
libro, redecilla y panza?
Muy lenta dicen que es;
su casa siempre transporta,
y de ella sólo asoma
su cabeza, cola y pies.
Se pesca siempre en el río,
en sus corrientes más frías;
cuerpo con rayas y pintas,
y es alimento muy fino.
Topó mi padre en la iglesia
un ser vestido de negro;
no era cura ni feligresa,
era lo que dije primero.
Muy tristes estarán,
si sólo se alimentan,
según el trabalenguas,
del trigo de un trigal.
El pastor perdió:
oveja, cordero
y rebaño entero,
por animal feroz.
Yo soy un gran pez,
que sin ser hermoso,
todo el que me ve
me lanza un piropo.
De lana es mi abrigo,
por los Andes me muevo
y mi nombre te digo,
en la hoguera y el fuego.
No soy pajarito,
pero en la jara,
con mis hermanos,
yo también piara.
Salto sin ser conejo,
con bolsa de cuero,
y en mi nombre llevo
a un perro entero.
No es precioso mueble
ni terrible fiera,
pero ambos seres
en el nombre lleva.
Ayer pude verla:
arca del mar
con una perla.