Paso deliberadamente por períodos de ocho horas o más sin comer nada.

Me esfuerzo por atenerme a reglas definidas en cuanto a mi alimentación (como un límite de calorías; no desayunar ni cenar; solo comer fruta o yogur en determinados días, etc.).

Estoy insatisfecho con algún elemento de mi forma corporal casi todos los días.

Me siento incómodo con que otros vean mi forma o figura.

A menudo me siento culpable después de comer.

Excluyo de mi dieta los alimentos que realmente me gustan.

Me siento incómodo al ver mi propio cuerpo.

Me preocupo por si he ganado peso casi todos los días.

Casi siempre estoy insatisfecho o atento a mi peso.

A veces oculto el hecho de que he comido algo, tanto a los demás como a mí mismo.

Me castigo en mis pensamientos si no tengo un estómago totalmente plano.

A menudo me preocupo por limitar la cantidad de comida que consumo.

La forma de mi cuerpo tiene una fuerte influencia en mi sentido de autoestima.

Casi siempre siento un fuerte deseo de perder peso.

Pienso en la ingesta de alimentos, en lo que he comido, y/o en las calorías tanto a lo largo del día que me cuesta concentrarme.

Me siento recompensado por tener el estómago vacío.

Pienso tanto en mi peso a lo largo del día que me cuesta concentrarme.

Me pongo ansioso cuando no me he pesado durante mucho tiempo.

Me siento incómodo cuando los demás me ven comer.

A menudo tengo miedo de perder el control sobre mi comida.

Mi peso tiene una fuerte influencia en mi sentido de autoestima.