Para detectar un problema de salud mental en una persona con DID deberemos recopilar información sobre lo que ocurre en su día a día (el tipo de actividades en las que participa, el tiempo que permanece ocupada, tipo de relación con sus compañeros o personas de apoyo...)

Algunos indicadores que podemos observar en una persona con DID y un problema de salud mental relacionado con depresión son: más necesidades de apoyo en actividades de la vida diaria (aseo, vestido...), un aumento o disminución de la ingesta de comida y/o de horas de sueño, un menor interés y disfrute de actividades que normalmente le producen interés y/o placer.

Como buena práctica ante un problema relacionado con la salud mental nunca aumentaremos la ratio llegando a establecer apoyos de 1-1, ya que la persona puede habituarse y demandar siempre ese tipo de apoyo.

Realizar un diario con la persona (adaptado a sus necesidades de apoyo) en el que pueda expresar sus logros diarios o las emociones que ha experimentado a lo largo del día es una buena práctica que podemos implementar para mejorar su bienestar emocional.

La aparición de una energía desbordante, sensación de euforia, ideas de grandeza y una mayor sensación de confianza en sí misma, son sentimientos y pensamientos que puede experimentar una persona con un episodio de manía.

La psicoeducación o psicoformación ayudará a comprender en qué consiste un problema de salud mental determinado pero no será una buena práctica relevante para los profesionales de atención directa.

En una persona con DID y Trastorno del espectro obsesivo compulsivo veremos ansiedad y conductas que aparecen de forma impulsiva y repetitiva para tratar de reducir esa ansiedad.

Una alucinación o delirio solo puede ser un indicador de un problema de salud mental relacionado con la esquizofrenia.

El cuidado del bienestar de la red de apoyo (familia, profesionales y allegados) es importante para generar bienestar emocional en las personas con DID.

Para colaborar en la detección de un problema de salud mental, no se debe esperar a que la persona manifieste expresamente sus pensamientos o sentimientos sino que a través de su comportamiento pueden transmitirse sospechas a los y las profesionales de psiquiatría y/o psicología.