Claro está que los geómetras no piensan que, al ejercer su actividad científica, están tratando con un Cuadrado en sí que sea real; Platón advierte esto, pero dice que ellos no se dan cuenta y que quien se debe dar cuenta de eso y dar cuenta a los demás es el dialéctico, es decir, el filósofo.
Suena extraño -e inaceptable ya para Aristóteles- que se piense que existe algo Justo en sí independientemente de los actos y las cosas «justas» que vemos. Pero no lo es tanto si se recuerda que para el Sócrates platónico el paradigma de sabiduría –lo sabio, podríamos decir en la terminología de los diálogos juveniles¬ era Dios, a quien sin duda -aunque no lo explicitara- tenía por realmente existente. Si en el Fedón lo Igual en sí, lo Bello en sí, lo Bueno, lo Justo, lo Santo, etc., son “lo divino” , no es ya tan raro que “existan al máximo”. Como Iván Karamazov, para quien si Dios no existe todo está permitido, Platón necesita que existan la Belleza, la Justicia, la Bondad. Por de pronto, lo necesita para que el conocimiento sea posible, como ya dice en Crátilo ya que lo que nos rodea cambia sin cesar y no permite un real conocimiento. Pero ante todo, sin duda, para que la vida y el acontecer cósmico tengan sentido.
Conrado Eggers Lan, p.144
¿Por qué es necesario para Platón que existan la belleza en sí, la justicia en sí, la bondad en sí?
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