«[…]y he aquí que se interpone un importuno revestido
con el carácter de un ministerio público y con su
traje oficial, y le dice: ―Mi bello joven, el amar es propio
del hombre, amad, pues, pero amad como un hombre:
arreglad vuestras horas del día; consagrad las unas al
estudio, al trabajo, y las otras a vuestro ídolo; haced un
cálculo exacto […] Yo no os prohíbo que le hagáis algunos
ligeros regalos, pero raras veces, y en épocas fijas,
como por ejemplo el día de su santo… Si nuestro joven
se conforma en seguir los preceptos del pedante, llegará
a ser un personaje muy útil, y yo sería el primero
en aconsejar a todo príncipe que le emplease en uno
de sus ministerios, pero por lo tocante a su amor, bien
pronto habría desaparecido, y si es artista, también habría
huido su talento».
A partir del fragmento citado de la novela Las cuitas del joven Werther, de Goethe, ¿qué característica del Romanticismo se desprende?
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