1. Ser asertivo está de moda. Sin embargo, son pocos los que conocen de la asertividad algo más que el slogan impuesto por el sicólogo Herbert Fensterheim, autor de “No diga sí cuando quiere decir no”. Actitud que ha sido anhelada por muchos, practicada por escasos valientes, con fi nal afortunado sólo para pocos. Y es que ser asertivo supone una educación, un entrenamiento y una convicción.
2. El concepto de “asertividad” (que viene del inglés assert: aseverar con fuerza, afi rmar), fue propuesto a fi nes de la década de los `40 por un terapeuta conductual norteamericano, Andrew Salter. El especialista distinguió dos tipos de personalidades: las inhibidas y las exciterias. Las primeras son aquéllas a las que les cuesta muchísimo expresar lo que sienten y cumplir sus deseos, las que son incapaces de hacer valer sus derechos y frecuentemente son pasados a llevar. Las segundas son asertivas. Aquellas que sí se atreven a hacer valer sus derechos y se mueven con bastante libertad en el mundo: los exitosos.
3. Eugenio Suárez, terapeuta en asertividad y psicólogo, clarifi ca la defi nición de asertividad: el contenido se refi ere a que la persona sea capaz de expresar lo que siente, es decir, lo que opina y hacer valer sus propios derechos. Aquí juega un importante papel el tono de la voz, la mirada, los gestos, el énfasis corporal, etc. También es importante expresar en el momento adecuado, poder discriminar cuándo comportarse de determinada manera. Todo esto debe guardar relación con el medio en que está inserta la persona.
4. Si la comunicación se plantea en forma segura, fi rme y cálida, se comprobará que la conducta asertiva está lejos de ser actitud rebelde, agresiva o egoísta. Se verá que “se está elevando un grito de independencia madura, fruto de un reconocido respeto por uno mismo y los demás”.
El autor sostiene en el último párrafo del texto leído que:
I. Con la asertividad se eleva un grito de independencia, maduro y respetuoso.
II. Si la comunicación se plantea en forma segura, firme y cálida se comprueba que la conducta asertiva es una actitud rebelde.
III. El ser asertivo es fruto de un reconocido respeto por uno mismo y los demás.
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