La experiencia grafoplástica en la infancia se adquiere mediante el juego, fomentando la creatividad, el goce, la
emoción y la satisfacción de las niñas y los niños, quienes requieren de un ambiente en libertad para su desarrollo
y proyección. En este sentido se debe evitar todo tipo de límites e imposiciones cuando se realice actividades
con ellas y ellos.