Un problema de traducción se refiere a cualquier dificultad que surja durante el proceso de transferir un texto de una lengua a otra, y que pueda afectar la calidad, precisión o fidelidad del resultado final. Estas dificultades pueden incluir la falta de equivalencia léxica o gramatical, la ambigüedad, la polisemia, los coloquialismos, el lenguaje figurativo, el registro, la falta de contexto, las diferencias culturales, entre otros factores.