Lee el siguiente texto.
Las actividades humanas han dejado una obscura huella en los biomas del planeta, alterando tanto sus características naturales como su capacidad para sustentar la vida. Desde la tala de árboles que reduce la cobertura forestal hasta la expansión de tierras agrícolas que transforma praderas y bosques, la influencia humana es innegable y multifacética.
Los extensos bosques de la Amazonia, que alguna vez fueron impenetrables, hoy muestran claros que interrumpen su vasta extensión verde. Estos cambios no solo afectan la flora y fauna local, sino que también influyen en el clima global, dado que los bosques actúan como importantes sumideros de carbono. La pérdida de estos árboles libera grandes cantidades de dióxido de carbono, exacerbando el cambio climático.
En los campos agrícolas, el uso intensivo de químicos para aumentar la productividad contamina los suelos y cuerpos de agua cercanos. Estos productos, esenciales para mantener el rendimiento agrícola, alteran los ciclos naturales de nutrientes y reducen la biodiversidad del suelo, impactando a su vez a los organismos acuáticos que dependen de estas fuentes de agua limpias.
Las ciudades, en constante expansión, crean barreras para la fauna local y fragmentan los hábitats naturales. Este crecimiento urbano trae consigo un aumento en la contaminación del aire, el agua y el suelo, afectando a los biomas circundantes. Los residuos industriales y domésticos que terminan en ríos y mares dañan los ecosistemas acuáticos, y el aire contaminado puede afectar la salud de plantas y animales, así como de los propios habitantes humanos.
Según el texto ¿Cuáles son algunas de las actividades humanas que afectan los biomas?
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