1.-LA ECONOMÍA ESPAÑOLA (1808-1874)
1.1-EL ATRASO DEL SECTOR AGRARIO
En el siglo XIX, España era un país eminentemente agrario. El retraso de la agricultura española se debía a varios factores:
.-El atraso técnico, que le hacía muy dependiente de las condiciones climáticas obligada a emplear abundante mano de obra.
.-El fracaso de la reforma liberal: La desamortización , tuvo algunos efectos positivos, aumentar la productividad general al poner el cultivo tierras que estaban poco o mal trabajadas.
El atraso comprometió el despegue industrial. Con la mayor parte de la población activa dedicada a una agricultura de subsistencia, apenas había excedentes para sostener el crecimiento de las ciudades, ni capitales que reinvertir en el sector industrial.
1.2.- UN ESCASO DESARROLLO INDUSTRIAL.
La región más industrializada era Cataluña, donde floreció la industria algodonera gracias a la temprana introducción de la máquina de vapor y a los elevados aranceles proteccionistas que protegían el mercado nacional de las importaciones inglesas.
La primera siderurgia se desarrollo en Andalucía cerca de los yacimientos metalíferos.
El ferrocarril fue una oportunidad histórica de salvar estos obstáculos, pero su implantación en España fue relativamente lenta, y la disposición radial del trazado perjudicial.
1.3-EL PAPEL DEL ESTADO.
Uno de los problemas crónicos de la España decimonónica fue la deuda pública. El presupuesto del Estado acusaba un fuerte déficit, que se incrementó a lo largo del siglo
debido a varios factores: la ruina causada por la Guerra de la Independencia.
El Estado se encontraba en una situación cercana a la bancarrota, siempre dependiente de los empréstitos extranjeros.
La Década Moderada fue la reforma del sistema fiscal, se apoyaba en los impuestos indirectos, los llamados consumos.
Durante el período isabelino también se fundó el Banco de España (1856).
2.-LA SOCIEDAD ESPAÑOLA (1808-1874)
2.1.-UNA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA RETARDADA.
La población española era de unos once millones de habitantes a comienzos del siglo XIX. Su crecimiento fue inferior al que registraban otros países de Europa Occidental, vivieron la transición demográfica propia de sociedades en proceso de industrialización.
La esperanza de vida era muy baja; hacia 1850 no alcanzaba los treinta años de media, debido a varios factores: la penuria provocada por las guerras del periodo 1808-1840, una malnutrición crónica que la escasa productividad agrícola no conseguía paliar y las deficientes condiciones sanitarias.
Como la industrialización fue tardía y limitada, el crecimiento no se tradujo en un éxodo rural masivo hacia las ciudades, sino en emigración hacia ultramar. En 1875 más del 80% de la población era campesina.
2.2.-UNA SOCIEDAD OLIGÁRQUICA.
La característica que distingue la sociedad española de este periodo es la persistencia de los estamentos tradicionales, que se integraron sin perder su posición privilegiada.
.-La abolición de los mayorazgos no disminuyó el poder de la nobleza, fue acompañada de sus derechos señoriales en propiedad privada: si antes el noble recibía tierras como una herencia que podía explotar pero no vender, ahora podía dividirla y liquidarla libremente.
.-Se formó una nueva oligarquía procedente de la burguesía: hombres de negocios que se habían enriquecido con los suministros al Ejército durante las guerras civiles, con las tierras desamortizadas, la construcción de los ferrocarriles o con el azúcar cubano.
A diferencia de otros países, la burguesía española era más especuladora que inversora, prefería el beneficio rápido y las ganancias espectaculares.
.-Había una burguesía industrial, localizada en Cataluña, y un grupo más o menos amplio de clases medias, constituido por funcionarios, comerciantes y pequeños propietarios.
.-El clero regular sufrió una fuerte reducción como consecuencia de las guerras y la desamortización: muchas órdenes fueron suprimidas y sus posesiones, vendidas en subasta. Pero el Concordato de 1851 devolvió al clero su situación privilegiada, al concederle la supervisión de la enseñanza.
.-La situación del campesinado empeoró en general con la desamortización y la conversión de los señoríos en propiedad privada.
En el sur latifundista existía un auténtico proletario rural: jornaleros sin tierra que protagonizarán las primeras rebeliones campesinas, y entre los que se extendió pronto el anarquismo.
El proletario industrial solo predominaba en Cataluña.
3.-ANDALUCÍA ENTRE 1808 Y 1874.
3.1.-LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN ANDALUCÍA.
Andalucía sufrió la Guerra de la Independencia. La Junta Suprema Central se trasladó a Sevilla, que fueron derrotadas en la batalla de Bailén (1808).
Los franceses ocuparon el territorio andaluz salvo la ciudad de Cádiz, que resistió el cerco de las tropas napoleónicas. Se reunieron en esta ciudad las Cortes convocadas ante la ausencia del monarca Fernando VII. Las Cortes aprobaron un conjunto de medida y elaboraron la Constitución liberal de 1812.
3.2.-EL REINADO DE FERNANDO VII Y LAS REGENCIAS.
La oposición más firme se concretó en 1820 en el pronunciamiento militar del comandante Riego en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), que obligó al monarca a aceptar la Constitución, dando paso al denominado Trienio Liberal.
El gobierno liberal finalizó en 1823 con la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis, que avanzaron hasta Cádiz para restaurar al rey como monarca absoluto. Mariana Pineda y el militar José María de Torrijos y sus partidarios intentaron promover en Málaga un nuevo levantamiento liberal.
La regencia de María Cristina, y la del general Espartero tuvieron que hacer frente a la sublevación de los carlistas.
Ante el conservadurismo de María Cristina, progresistas andaluces formaron una Junta Suprema de Andalucía, que contribuyó que Espartero ocupase el poder.
3.3.-ANDALUCÍA DURANTE EL REINADO DE ISABEL II.
Andalucía vivió, la pugna entre moderados y progresistas. El Partido Demócrata fue impulsado pro los andaluces Cristino Martos y Nicolás María Rivero.
Tuvieron una gran incidencia las desamortizaciones, pero el problema del latifundismo prosiguió, la mayor parte de las propiedades desamortizadas pasaron a manos de las clases acomodadas.
Andalucía tuvo un inicio de industrialización, creándose algunas industrias siderúrgicas y textiles, pero la falta de mercados y la competencia de otras zonas impidieron una revolución industrial andaluza.
La penuria en la que vivían los numerosos jornaleros existentes en Andalucía favoreció el desarrollo de movimientos sociales. Los gaditanos Joaquín Abreu y Manuel Sagrario de Veloy difundieron el caso de socialismo utópico y la sublevación del lojeño Pérez del Álamo (1861).
El descontento contra la monarquía desembocó en la revolución de 1868 iniciada en Cádiz. El ejército isabelino fue derrotado en Alcolea, lo que determinó el destronamiento de Isabel II.
3.4.-ANDALUCÍA DURANTE EL SEXENIO DEMOCRÁTICO.
Durante este periodo hubo movimientos republicanos, sofocados por los militares que habían ocupado el poder.
La Primera República en 1873 fue bien acogida en Andalucía. El almeriense Nicolás Salmerón fue su presidente, durante su mandato se produjo la sublevación cantonal, en las que se independizarán las ciudades como Granada, Córdoba, Sevilla, y Cádiz.
El gaditano Emilio Castelar sofocó la revuelta.

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