Creado por Mauricio González Vicencio
hace más de 8 años
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IV Congreso internacional de investigación y práctica profesional en Psicología XIX jornadas de investigación VIII encuentro de psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2012.
Problemas en cuanto a la definición Conceptual del Objeto de Estudio, problemas de definición gnosológica y ontológica.
Se proponen partes inconscientes del fenómeno, Bandura incluso llegará a negar su existencia.
La Biología Evolucionista (Trivers, 2000, 2011).
Las Neurociencias (Ramachandran, 2006; Turnbull y Solms, 2007).
Las Ciencias Sociales (Cohen, 2001; Zerubavel, 2006).
La Psicología Cognitiva
La Psicología Social
La Psicología de la Personalidad Psicopatología
PRIMERO: Lagunas o déficits en la conceptualización psicológica sobre el fenómeno, originadas en ocasiones por una negligencia respecto de teorizaciones filosóficas previas
SEGUNDO: posibilita sugerir líneas alternativas y más promisorias de investigación. Permite, por último, renovar la reflexión acerca de las relaciones entre la psicología y la filosofía, relaciones siempre complejas y vigentes pese a la ya remota separación de ambas disciplinas.
Paulhus (2007), desde la psicología social, define al autoengaño como ‘el acto de mentirse a uno mismo’
Esta conducta no incluye exageración, falsificación o simple mentira; el autoengaño es algo más profundo y complicado, incluso paradójico
Paulhus considera que la explicación de casos como éstos requiere el reconocimiento de la existencia de partes inconcientes de la mente.
Así como a Paulhus la coexistencia de creencias contradictorias y la postulación de una concepción agencial del fenómeno (esto es, las personas somos agentes activos en la producción del autoengaño) les parecen aceptables, para otros psicólogos son tan evidentemente incorrectas como para rechazar la posibilidad del autoengaño
Observa, asimismo, que los intentos de resolver esta paradoja mediante la apelación a partes inconcientes de la mente han tenido escaso éxito.
1. el individuo sostiene dos creencias contradictorias (que p y que no p).
2. Esas dos creencias contradictorias son sostenidas simultáneamente.
3. El individuo no es conciente de que sostiene una de esas creencias.
4. El acto que determina cual creencia es objeto de la conciencia y cual no es un acto motivado’
Los autores que se dedican al estudio de este fenómeno, comparten un mismo supuesto cuestionable: el de que el autoengaño debe implicar esencialmente la coexistencia de creencias contradictorias.
El supuesto de la coexistencia de creencias contradictorias ha sido cuestionado de manera convincente por muchos estudios filosóficos (Talbot, 1995; Barnes, 1997; Mele, 1987, 2001).
En Mele (2001), por ejemplo, puede encontrarse incluso un modelo explicativo del autoengaño que prescinde de tal supuesto y basado en sólida evidencia empírica provista por varios estudios psicológicos.
Si bien hay varios escritos en esta vertiente (Gergen, 1985; Lewis, 1986; Harre, 1988), Clegg y Moissinac (2005).
Siguiendo a Gergen, estos autores observan que el término autoengaño posee poder ilocucionario como una herramienta retórica, más que como algo que hace referencia a un fenómeno mental específico.
Los autores rechazan la noción de procesos psíquicos que sesgan nuestra visión de la realidad. La noción de proceso sesgado supone una clase de realidad externa absoluta contra la cual el procesamiento erróneo puede ser medido -una creencia falsa requiere una verdad, así como los medios para arbitrar entre ellas-.