Se oscurece y pueden llegar a adoptar un tono marrón, lo que nos indica que han entrado en fase de declive perdiendo toda su frutalidad y frescura.

Pierde su intensidad cromática, hasta el punto de adoptar una tonalidad amarronada y un ribete de color piel de cebolla que puede incluso llegar a ser transparente.

Los vinos blancos suelen presentar amarillos más intensos, dorados, color oro e incluso ámbar.

Ser de color amarillo pálido y matices verdosos.

Suelen tener un color amarillo claro, pajizo brillante.

Poseen un color pajizo claro hasta un pajizo verdoso.

Posee un color rosa

Tienen menos acidez y usan el envejecimiento del roble para añadir cremosidad y aroma a vainilla y bollería.

Los vinos blancos descienden a la categoría de capa media con un matiz pajizo dorado.

Puede extenderse desde un color pajizo claro hasta un pajizo verdoso.

El brillo está relacionado con la acidez y con el pH del vino, la transparencia y la limpidez con la estabilización y filtrado.

Debemos inclinar la copa entre 30 y 45° y observar el borde o ribete del líquido, ya que aquí el vino presenta menos espesor y se hacen más evidentes sus matices cromáticos.

Al observar las gotas que resbalan por las paredes interiores de la copa, y que nos indican el tono del vino.