LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
Con base en el siguiente texto, conteste los reactivos que se presentan a continuación.
El cráter de la muerte
Liliana Plata Quiroz (2009)
Con información de Dieusaert, T., Revista de
Divulgación de la Ciencia ¿Cómo ves?,
UNAM, año 2, número 23.
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El norte de la península de Yucatán tiene todo para fascinar a geólogos, paleontólogos, astrónomos y científicos de otras disciplinas. Se piensa que el cráter gigantesco que yace debajo de esa región -en cuyo centro se localiza el pueblo pesquero de Chicxulub-, es producto de uno de los impactos de cuerpos extraterrestres más grandes de los que se tenga noticia.
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El cráter, que después del impacto se fue llenando poco a poco con sedimentos hasta quedar completamente cubierto, no solo puede aportar información valiosísima sobre la caída de cometas y meteoritos a la Tierra, también ha sido importante en el debate sobre la extinción masiva de especies que ocurrió en anteriores eras geológicas.
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¿Catástrofe?
En la década de los sesenta, el astrónomo estadounidense Eugene Shoemaker estuvo observando la Luna con su telescopio desde Colorado, comparó las rocas lunares con las que él encontraba cerca de los escasos cráteres de impacto conocidos en nuestro planeta. Si bien gracias a la atmósfera, la Tierra es mucho menos vulnerable que la Luna al impacto de objetos extraterrestres, con mucha frecuencia caen objetos del cielo. Fue Shoemaker quien probó que el famoso cráter localizado en medio del desierto de Arizona era producto de un impacto meteórico, por lo que resulta interesante compararlo con los alcances y dimensiones del impacto en Chicxulub, aunque su fama sea menor.
Ver tabla inserta al inicio
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Invierno nuclear
El cráter de Chicxulub fue formado por un objeto del tamaño del Monte Everest que cayó del cielo a una velocidad entre 20 y 40 km por segundo. La colisión con la Tierra fue devastadora, los científicos la comparan con el estallido de cinco mil millones de bombas atómicas. Arrasó de inmediato con toda la materia viva circundante, causó temblores y levantó nueve tsunamis de un kilómetro de altura. Con el intenso calor del impacto, se produjo una bola de fuego gigantesca en forma de hongo.
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El bólido mismo fue pulverizado, pero cavó un hoyo que levantó tanto polvo que, por un periodo relativamente largo, de semanas a meses, la Tierra se mantuvo en oscuridad. Al tapar los rayos del Sol, no solo bajó la temperatura, sino también se obstruyó la fotosíntesis, por lo cual se marchitaron las plantas y los animales murieron de hambre. Afortunadamente, ese “invierno nuclear” -llamado así porque los científicos han previsto una situación parecida en caso de una guerra atómica- no duró lo suficiente para que todos los seres vivos murieran. Después de un tiempo el polvo bajó, pero empezó un efecto invernadero.
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Crónica de un descubrimiento
La razón por la cual Chicxulub es relativamente desconocido, es que después de millones de años de erosión y sedimentación no hay rastros visibles del cráter. Lo único que destaca, en el paisaje plano yucateco, es un anillo gigantesco de cenotes en la parte sur del cráter; estos se formaron en sus orillas a causa del hundimiento y la erosión. La parte norte del cráter yace en el mar desde hace 65 millones de años. Toda la península estaba sumergida unos cien metros en el agua y, en los años posteriores al impacto, el cráter se llenó con sedimentos marinos de caliza.
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El origen del bólido probablemente seguirá siendo una incógnita: “Solo si por casualidad se encuentra un pedazo del meteorito o el núcleo lítico de un cometa, sabremos qué fue lo que cayó en Chicxulub hace 65 millones de años, pero eso es muy improbable”, dice Mario Rebolledo, científico de la UNAM, que se ha dedicado al estudio de dicho suceso.
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Las evidencias
Después de algunos estudios, en los que comenzaron a encontrarse concentraciones de iridio en la transición K-T, se desató la idea de que la caída del cometa o meteorito de Chicxulub había causado más estragos en el planeta de los que se pensaba en un inicio.
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Alan Hildebrand, un investigador canadiense que había estudiado los depósitos en el Río Brazos, analizó los reportes geológicos de la zona y se puso en contacto con Antonio Camargo, quien no estaba enterado de la búsqueda del “cráter de la muerte”. Hildebrand sobrevoló la península de Yucatán y realizó mediciones que confirmaron las anomalías en la gravedad y el magnetismo encontradas por Camargo y Penfield en los años setenta. Además, las anomalías correspondían a las proyecciones hechas por Luis y Walter Álvarez sobre el posible tamaño del cráter, de unos 200 km de diámetro, producto del impacto de un objeto que debió haber tenido unos 10 km de diámetro para ser capaz de esparcir las cantidades de iridio encontradas. En 1992, a través de pruebas de decaimiento radiactivo del argón, varios científicos confirmaron la edad del cráter de Chicxulub: 65 millones de años. El cráter “de los dinosaurios” había sido localizado.
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Colisión en Júpiter
Aunque muchos no están convencidos de que el bólido en Chicxulub sea el responsable de las extinciones masivas, la existencia del impacto y el cráter en Yucatán ha quedado comprobada. Por mucho tiempo se creyó que estábamos a salvo de los impactos extraterrestres, ya fuera de los asteroides, que al caer en la Tierra se denominan meteoritos, o de los cometas que hasta ahora no han causado muchos daños. El más notable fue el impacto en Tunguska (Siberia), ocurrido en 1908, que devastó una amplia área boscosa. En 1994, el mundo fue por primera vez testigo del impacto de un cometa cuando el Shoemaker-Levy 9 se estrelló en Júpiter. En el evento, transmitido en directo por la NASA, se observó cómo el cometa, de unos cientos de metros de diámetro, hizo un hoyo del tamaño de nuestra Tierra en el planeta gaseoso.
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Aunque los cometas normalmente tienen órbitas fijas alrededor del Sol, pueden cambiar de ruta por razones externas, como choques con otros cuerpos celestes. “Los cometas son como gatos”, dijo el cazador de cometas David Levy al respecto en la revista National Geographic, “tienen colas y hacen lo que se les antoja”.
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No se sabe si el objeto que cayó en Chicxulub fue un meteorito o un cometa, pero sí queda claro que desde entonces el planeta no ha sido el mismo. Fue lo que acabó con muchas especies, como la de los dinosaurios, al mismo tiempo que hizo posible la evolución hacia el ser humano en la Tierra.
Glosario
Cenote: Depósito de agua manantial que se halla en algunos lugares de América, generalmente a cierta profundidad.
Meteorito: Roca o fragmento sólido procedente del espacio que se vuelve incandescente al contacto con la atmósfera y puede llegar a caer sobre la superficie de la Tierra.
Paleontólogo: Persona que estudia los fósiles de especies animales y vegetales desaparecidas.
96. Elija dos consecuencias de la caída del meteorito en Chicxulub.
1. Levantó nueve tsunamis
2. Provocó la extinción de plantas y animales
3. Sumergió la península 100 metros bajo el mar
4. Llenó la península con sedimentos de ceniza
Selecciona una de las siguientes respuestas posibles: