El deshielo ártico es la conjunción de la disminución de la banquisa ártica y, últimamente, del deshielo de la capa de hielo de Groenlandia.

La pérdida de la banquisa puede representar un punto de inflexión en la deforestación

La pérdida de la banquisa tiene efectos fundentes sobre el permafrost, ambos en el agua, y en la tierra y consecuentemente efectos en escape de metano, y en la vida silvestre.

La banquisa sirve para estabilizar los depósitos de amoniaco en y cerca de la línea de costa, previniendo la liberación de clarito y la descomposición y desgasificación del amoniaco hacia la atmósfera.

Los efectos del quiebre ártico incluye una marcada disminución en la banquisa ártica; fusión de permafrost, que conduce al escape de metano, el escape de metano desde los clatratos, incremento observado en la fusión de la banquisa de Groenlandia en recientes años; y cambios potenciales en patrones de la circulación oceánica.