Sí: Se puede fomentar el desarrollo perceptivo ya en la etapa prenatal y las vivencias de la madre pueden afectar de manera negativa o positiva al feto y, posteriormente, al niño. Por ejemplo, si la madre se encuentra en un lugar de conflicto bélico y hambruna, esa información pasa al niño que sufrirá consecuencias (agitación, estrés postraumático o malnutrición).