Formas básicas de composición
Nombre Francisco Javier Pineda Feliciano
Grupo: 502
Profesora: Pilar Resendiz Colin
Materia: Diseño Editorial
Signos simbólicos
El lazo negro, simbología de luto
Los signos artificiales se dividen a su vez en lingüísticos y no lingüísticos, incluyendo entre los primeros los sistemas verbales (los que sustituyen a partir de ellos: escritura, morse, braille, etc.) de carácter natural o tradicional, (las lenguas o idiomas).
Los no lingüísticos o signos, se oponen a los verbales (base de todo el proceso de la comunicación humana), se dividen en, señales, símbolos e iconos. Los primeros influyen, según la teoría de Schaf, de una forma o de otra sobre la voluntad de los individuos mientras que los otros sólo actúan de forma inmediata.
Reznikov explica que todos los signos son fenómenos materiales que actúan directamente sobre los órganos de los sentidos. El disparo de un cohete como señal de ataque o el humo de una montaña, significa un incendio. Los símbolos se diferencian, de los signos icónicos por tres características:
Son objetos materiales que representan ideas abstractas.
Funcionan por alegorías o metáforas, y
van dirigidos a los sentidos.
Clasificación de los signos
El receptor es la persona a la que va destinado el signo. Así que el medio a través del cual se ha de interpretar el signo ha de encontrarse familiarizado con él. Si el receptor no conoce el símbolo que el transmisor está ejercitando, difícilmente podrá comprender el mensaje del signo propiamente dicho.
Para que pueda comprenderse un mensaje emitido a través de un signo deben incluirse tres aspectos: los sintácticos, semánticos y pragmáticos.
Sintácticos: Estudian el singo según la forma percibida.
Semánticos: Estudian la forma en que el significado se encuentra conectado con el significador, la relación entre la forma y lo que significa la forma.
Pragmáticos: Por su utilización e uso, el resultado de estos, los efectos del mismo.
Elementos básicos: la línea
Elementos básicos: la línea
Se encuentra formada por una serie de puntos unidos entre sí, sucesivamente, asimilando la trayectoria de la misma, seguida por un punto en movimiento, por lo que tiene mucha energía y dinamismo. Su presencia crea tensión y afecta al resto de elementos juntos a ella.
El primer elemento del diseño es línea. Las líneas se pueden utilizar de muchas maneras y según su disposición:
Ayudan a organizar la información.
Pueden dirigir el ojo de sus lectores en cuanto a la organización de la disposición.
Pueden crear humor y el ritmo de un movimiento.
Por ejemplo, las líneas pueden organizar la información y los límites en una página. Las lineas verticales u horizontales se pueden también utilizar para dirigir a los lectores.
Las formas: definición
Formas en la escultura
La forma de los objetos y cosas, comunican ideas por ellos mismos, llaman la atención del receptor dependiendo de la forma elegida. Es un elemento esencial para un buen diseño.
Forma es cualquier elemento que utilicemos para dar o determinar la forma.
Un ejemplo marcado por una forma sería el de una compañía internacional que utilice un círculo en su insignia sugiriendo la tierra. Las formas inusuales atraen la atención porque inducen a la gente a ver formas regulares de las imágenes.
La textura como elemento básico
El tercer elemento básico es la textura. Aporta al diseño una mirada, una sensación, o una superficie. Diariamente encontramos gran variedad de texturas por todo el entorno que nos rodea. La textura ayuda a crear un humor particular para una disposición o para otras en formas individuales.
La textura, permite crear una adaptación personalizada de la realidad añadiendo dimensión y riqueza al diseño.
Exiten dos tipos de textura: táctil y visual.
Textura táctil y visual
Textura táctil: Por ejemplo la de una superficie rugosa, con relieve, o la de otra más fina, como la de un papel o la suavidad del terciopelo. Son todas aquellas perceptibles al tacto.
Textura Visual: Aquellas texturas impresas que se parecen a la realidad, como la arena, las piedras, rocas, etc. Entre esta clase de textura pueden surgir algunas que realmente existen y otras que son irreales.
Espacio y formato
El espacio se puede considerar como el cuarto elemento fundamental del diseño.
Definición de espacio: Es la distancia o el área entre o alrededor de las cosas. Cuando se está diseñando, debemos pensar donde vamos a colocar todos los elementos y a que distancia unos de los otros. El tipo de imágenes que colocaremos, la dimensión de éstas, el texto y lo que habrá alrededor de ellas, etc.
Las diferentes tonalidades que emplearan los elementos y las formas, sirven para crear relaciones espaciales y focales, de gran interés para el receptor. Se pueden llegar a conseguir efectos muy variados y especiales dependiendo de como se combinen, estos. Por ejemplo si usamos bastante espacio en blanco, se produce un descanso para el ojo. Si dejamos mucho espacio en blanco alrededor de algun objeto, palabra o imagen, estamos haciendo que destaque del resto de la composición.
El tamaño y el formato.
En diseño gráfico el tamaño se utiliza para expresar importancia, atraer la atención y crear contraste.
El tamaño es uno de los elementos básicos del diseño, junto con el color, la textura, la forma y el espacio. El tamaño hace referencia a cómo de grande o de pequeño es algo.
En diseño, el tamaño puede cumplir muy distintas funciones. Puede generar una atracción visual a través del contraste, puede organizar el espacio y se usa, generalmente, para definir la importancia de algún elemento.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de diseñar es usar el tamaño para atraer a la audiencia que nos interese. Para ello es fundamental provocar un contraste entre elementos grandes y pequeños. Esta máxima también nos sirve para organizar las partes en una pieza y atraer la atención del público en el orden que nos convenga. Todo esto lo provocará el tamaño ya que el ojo humano fija antes su vista en elementos grandes que en los más pequeños.
Dentro de los formatos de papel encontramos muchos estándares. El más extendido es la norma ISO 126 que deriva de la norma DIN 476.
Los formatos ISO deben su nombre a la International Organization for Standarization y se dividen en series.
La serie A es la más utilizada. En ella encontramos a su formato principal, el A4, que es el que relacionamos con el tamaño folio. Sus medidas son 297 x 210 mm.