Elegir un SO que cubra las necesidades de los usuarios (hablamos de sistema operativos cliente)
Comprobar los requisitos mínimos HW del SO
Comprobar la disponibilidad de drivers para los dispositivos del equipo, en esa versión de Sistema Operativo
Comprobar/Valorar la licencia del Sistema Operativos
Preparar el particionado del disco o discos, haciendo acopio suficiente para las necesidades del SO y de los usuarios, así como tener en cuenta memoria virtual, copias de seguridad y la posibilidad de instalar otros sistemas operativos
Configurar el nombre del ordenador
Configurar, si procede, una dirección IP fija (para el casos de los servidores) o comprobar la conectividad de red mediante DHC
En caso de distribución con licencia, activarla
Configurar, si procede, acceso remoto al equipo
En caso de servidor, este paso es imprescindible, para Windows RDP, y para Linux SSH
En caso de cliente, es muy recomendable utilizar alguna versión de soporte del estilo de team wiever o algún tipo de cliente VNC o el propio RDP de Microsoft (sólo para versiones Pro)
Actualizar el equipo, y activar las actualizaciones automáticas