Expresión de género: No siempre la terminación de los sustantivos será la que designe el género. Esto nos muestra que el género podría ser una cualidad inherente en ciertas palabras, más allá de poseer un morfema de género. (techo, balsa, piso, cómoda).
Algunas veces, se encuentran casos extraordinarios que modifican estas cuestiones
Concepto de número: propiedad gramatical, designa cantidad. Se presenta en dos formas que son el singular y el plural.
Particularidades léxicas del número:
sustantivos con un solo número-singulares inherentes (caos, cariz, sed, etcétera). Plurales inherentes (afueras, expensas, fauces, etcétera). También existen plurales no informativos, asignado habitualmente a los objetos dobles (pantalones, bigotes, pinzas). Muchos sustantivos tiene la capacidad de de alternar entre el singular y el plural para designar un solo objeto (las barbas, la barba).
Formación del plural: Empieza con una marca fonológica como -s o -es (cajas, puentes, salados). Algunas palabras no necesitan pluralizarse con estos morfemas. Hay también opciones de pluralización como rubís/rubíes. Aquellas opciones sin pluralización están con los lunes/el lunes, los cactus, el cactus.
Concepto de género: propiedad gramatical de los nombres y contados pronombres. Da sensación de concordancia con elementos contiguos (determinantes, cuantificadores y adjetivos. La niña juega, el perro duerme.
Clases de género: divididass en masculino femenino y para ciertos caso escasos, neutro.
El masculino es el género no marcado, sirve como parteaguas en el la clasificación de género en otras palabras
Conjugación del verbo español: es el paradigma con mayor riqueza en todas las clase de palabras. Las formas verbales están distribuidas en indicativo, subjuntivo e imperativo.
Morfemas de persona y número: Divididos en tres (primera y segunda persona hacen referencia a los interlocutores, mientras que la tercera se le asignan pronombres como él, ella u otro sintagma nominal, puesto que no se refiera a la primera o segunda persona. Existen variantes dialectales sobre el nombramiento de algunos de estos morfemas (en zonas de américa hay formas tuteantes o de voseo, por ejemplo).
Verbos regulares e irregulares: aunque la mayoría de los verbos en español sean regulares (la raíz de estos se mantiene sin cambios como en correr-corrí), también encontramos irregularidad (las raíces se ven alteradas y la desinencia de igual forma como en dar-doy).
Vemos también cuestiones como irregularidades vocálicas donde se crea alternancia entre vocales (tierra-terreno); irregularidades consonánticas (como en hacer-hago).
Existen también particularidades, como las del verbo haber, donde puede convertirse en un verbo irregular (hube, hubiera).
Tenemos a los verbos de raíces superlativas, con irregularidades vocálicas, consonánticas y mixtas o los verbos defectivos, donde al existir alguna forma de conjugación, nace la irregularidad.
Los morfemas de modo y tiempo entran como subcategoría, divididas en seis (yo, tú, el, nosotros, ustedes, ellos), reunidos al mismo tiempo en dos modos: indicativo y subjuntivo.
Orlando Mauricio Rodríguez Cuesta
Ana Aguilar Guevara
Morfosintaxis I
3er semestre