Context
Conquista y Colonización de México-Tenochtitlan
El siguiente desembarco tuvo lugar a unas 200 millas al norte de Tabasco, dentro de las fronteras del belicoso imperio Azteca de Moctezuma.
Uno de los primeros golpes de suerte de Cortés, Quetzalcóatl (la serpiente emplumada), su leyenda revela una fantástica serie de coincidencias que da a la historia de la conquista el carácter de un cuento maravilloso: Hace mucho tiempo, dice la leyenda, Quetzalcóatl había bajado a la tierra en forma de hombre de piel blanca y barba negra; al cabo de veinte años había embarcado hacia el este. Se decía que algún día volvería para restablecer su dominio. Su regreso tendría ligar en un "Año Uno Caña", y traería consigo muchas tribulaciones y sufrimientos. Según el calendario Azteca 1519 era un Año Uno Caña.
Moctezuma tenía razones para inquietarse, incluso antes de conocer la llegada de Cortés, varios "malos presagios" se habían sucedido, y cuando sus espías dijeron haber visto una banda de misteriosos extranjeros mandados por un hombre de faz inusitadamente pálida y barba negra, las mas horrendas sospechas del emperador parecieron confirmarse. ´
Mientras Cortés hacía los preparativos para la marcha llegó otro grupo de emisarios indios a Veracruz. Estos afables miembros de la tribu Totonaca explicaron que habían sido conquistados por los Aztecas y de los tributos que les habían impuesto sus odiados señores, por lo que querían unirse a los españoles en su campaña. El conquistador accedió a llevarlos consigo.
Antes de emprender la marcha, Cortés tomó una decisión que por su valor y sangre fría debe ser considerada como la más notable de su vida: ordeno a algunos de sus marineros perforar los cascos de sus naves y, con el pretexto de que estaban carcomidas y eran inútiles para la navegación las llevasen a tierra. De allí en adelante ocurriese lo que ocurriese, no había retirada posible.
El 8 de noviembre de 1519 conducía Hernán Cortés 400 hombres cansados y sucios por la calzada sur, hacia el interior de la capital azteca, una procesión distinta avanzaba en dirección contraria, el mismo emperador, en su palanquín de oro, salía para encontrarse con su dios.
Desmontando de su caballo, Cortés avanzó a grandes pasos hacia el emperador, y entonces, por primera vez, el Viejo y el Nuevo Mundo se vieron a la cara.
Para comienzos de 1520 podía decirse que la conquista de México estaba terminada. Pero la suerte de Cortés cambió súbitamente: las autoridades españolas en Cuba, enfurecidas por su insubordinación enviaron una expedición de castigo, que Cortés destruyó.
Entre tanto en la capital se producía un desastre. En mayo durante un festival religioso, Alvarado decidió saquear a los indios nobles ataviados con sus mejores joyas y ordenó a sus soldados una matanza para apoderarse de ellas.
Más de 1000 nativos fueron muertos, y antes de que transcurriera una hora toda la ciudad estaba levantada en armas, desde entonces los españoles fueron rodeados en su palacio y cuando pidieron a Moctezuma su ayuda, este fue muerto a pedradas por su propia gente. El nuevo emperador fue Cuitlahuac, pero este murió al muy poco tiempo víctima de la viruela para ser sucedido por Cuauhtémoc.
La Conquista de México-Tenochtitlán consistió en el sometimiento del Estado mexica, a favor del rey Carlos I de España. Tenochtitlán cayó en poder de los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés, después de dos años de importantes intentos militares, políticos y conspirativos, en los que participaron junto con los españoles, los pueblos previamente avasallados: los totonacos y tlaxcaltecas, este proceso se desarrolló de 1519, hasta el 13 de agosto de 1521, cuando cayó la ciudad después de 75 días de sitio.
Entraron los conquistadores a Tenochtitlán el 8 de noviembre de 1519, seguida del encuentro de Moctezuma y Cortés. Moctezuma pensaba que los españoles eran enviados del Quetzalcóatl por lo que les dio importantes obsequios y los hospedó en el templo de Axayacatl. En los siguientes días los españoles visitaron los palacios y templos de la ciudad.
El siguiente desembarco tuvo lugar a unas 200 millas al norte de Tabasco, dentro de las fronteras del belicoso imperio Azteca de Moctezuma.
Uno de los primeros golpes de suerte de Cortés, Quetzalcóatl (la serpiente emplumada), su leyenda revela una fantástica serie de coincidencias que da a la historia de la conquista el carácter de un cuento maravilloso: Hace mucho tiempo, dice la leyenda, Quetzalcóatl había bajado a la tierra en forma de hombre de piel blanca y barba negra; al cabo de veinte años había embarcado hacia el este. Se decía que algún día volvería para restablecer su dominio. Su regreso tendría ligar en un "Año Uno Caña", y traería consigo muchas tribulaciones y sufrimientos. Según el calendario Azteca 1519 era un Año Uno Caña.
Moctezuma tenía razones para inquietarse, incluso antes de conocer la llegada de Cortés, varios "malos presagios" se habían sucedido, y cuando sus espías dijeron haber visto una banda de misteriosos extranjeros mandados por un hombre de faz inusitadamente pálida y barba negra, las mas horrendas sospechas del emperador parecieron confirmarse. ´
Mientras Cortés hacía los preparativos para la marcha llegó otro grupo de emisarios indios a Veracruz. Estos afables miembros de la tribu Totonaca explicaron que habían sido conquistados por los Aztecas y de los tributos que les habían impuesto sus odiados señores, por lo que querían unirse a los españoles en su campaña. El conquistador accedió a llevarlos consigo.
Antes de emprender la marcha, Cortés tomó una decisión que por su valor y sangre fría debe ser considerada como la más notable de su vida: ordeno a algunos de sus marineros perforar los cascos de sus naves y, con el pretexto de que estaban carcomidas y eran inútiles para la navegación las llevasen a tierra. De allí en adelante ocurriese lo que ocurriese, no había retirada posible.
El 8 de noviembre de 1519 conducía Hernán Cortés 400 hombres cansados y sucios por la calzada sur, hacia el interior de la capital azteca, una procesión distinta avanzaba en dirección contraria, el mismo emperador, en su palanquín de oro, salía para encontrarse con su dios.
Desmontando de su caballo, Cortés avanzó a grandes pasos hacia el emperador, y entonces, por primera vez, el Viejo y el Nuevo Mundo se vieron a la cara.
Para comienzos de 1520 podía decirse que la conquista de México estaba terminada. Pero la suerte de Cortés cambió súbitamente: las autoridades españolas en Cuba, enfurecidas por su insubordinación enviaron una expedición de castigo, que Cortés destruyó.
Entre tanto en la capital se producía un desastre. En mayo durante un festival religioso, Alvarado decidió saquear a los indios nobles ataviados con sus mejores joyas y ordenó a sus soldados una matanza para apoderarse de ellas.
Más de 1000 nativos fueron muertos, y antes de que transcurriera una hora toda la ciudad estaba levantada en armas, desde entonces los españoles fueron rodeados en su palacio y cuando pidieron a Moctezuma su ayuda, este fue muerto a pedradas por su propia gente. El nuevo emperador fue Cuitlahuac, pero este murió al muy poco tiempo víctima de la viruela para ser sucedido por Cuauhtémoc.
La Conquista de México-Tenochtitlán consistió en el sometimiento del Estado mexica, a favor del rey Carlos I de España. Tenochtitlán cayó en poder de los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés, después de dos años de importantes intentos militares, políticos y conspirativos, en los que participaron junto con los españoles, los pueblos previamente avasallados: los totonacos y tlaxcaltecas, este proceso se desarrolló de 1519, hasta el 13 de agosto de 1521, cuando cayó la ciudad después de 75 días de sitio.
Entraron los conquistadores a Tenochtitlán el 8 de noviembre de 1519, seguida del encuentro de Moctezuma y Cortés. Moctezuma pensaba que los españoles eran enviados del Quetzalcóatl por lo que les dio importantes obsequios y los hospedó en el templo de Axayacatl. En los siguientes días los españoles visitaron los palacios y templos de la ciudad.