Se utilizan mucho en historietas y cómics. Se puede expresar sorpresa: ¡wow!, estornudos: ¡achis!, golpes: ¡zas!....
De esta manera es más divertido y se rompe con la monotonía de un texto largo o difícil de entender.
Por ejemplo:
Ñam, ñam, me voy a comer.
¡Zas! golpeó el ogro su puño contra la mesa
¡Puf! qué difícil ha sido llegar hasta aquí.