UNIDAD 5 – EGIPTO, LA TIERRA DE LOS FARAONES
5.3.- Una sociedad jerarquizada.
Los egipcios llamaban faraón a su rey. Era considerado un dios sobre la tierra y, por lo tanto, la persona más importante de la sociedad egipcia. Por eso, todos se arrodillaban a su paso y no podían mirarlo a la cara ni tocarlo. Cuando un faraón moría, generalmente le sucedía su hijo, y se formaban así dinastías o familias reinantes.
El faraón supervisaba todas las actividades económicas , políticas y religiosas del reino. Contaba con la ayuda directa de funcionarios, que debían controlar el granero estatal, el tesoro real, recaudar los impuestos y administrar las propiedades.
El faraón, su familia, los altos sacerdotes y los grandes jefes militares, así como los funcionarios más importantes, constituían los sectores privilegiados de la sociedad egipcia. Por debajo de este sector se ubicaban los artesanos y los comerciantes y, más abajo aún, los campesinos, que eran los encargados de producir los alimentos y constituían el grupo más numeroso y empobrecido de la población. Trabajaban las pequeñas parcelas de tierra que les eran asignadas por el faraón y las tierras de los grupos privilegiados. También pagaban tributos en especie y en épocas de menor actividad agrícola, debían colaborar en la construcción de obras públicas, como las pirámides y los diques.
Por último, había un reducido número de esclavos que, por lo general, eran prisioneros de guerra. Trabajaban en la construcción de las grandes obras públicas o en las minas de cobre.
5.4.- Las ciudades en Egipto.
En Egipto existía una distinción entre la tierra de los vivos y la tierra de los muertos.
Al este del Nilo, por donde sale el Sol, se levantaban las construcciones destinadas a los vivos: las casas particulares, lujosas o humildes , y el palacio real. También se edificaban en el lado este los grandes templos de los múltiples dioses de esta civilización.
Al oeste del gran río, la tierra de la oscuridad, en la que se pone el Sol, se construían las moradas de los muertos: las tumbas y los templos funerarios en los que se les rendía homenaje.
Mientras que en las ciudades de la Mesopotamia las viviendas particulares alternaban con los templos, en Egipto los templos y otros grandes monumentos para honrar a los dioses estaban fuera de las ciudades y se edificaban en piedra para que se conservaran eternamente. En cambio, las viviendas - la ciudad de los vivos - se construían en ladrillo, incluso el palacio del faraón.
Junto a los enormes monumentos se levantaban extensos campamentos donde habitaban temporalmente los obreros que trabajaban en la construcción. La mayoría de la población, integrada por campesinos, vivía en aldeas.
5.5.- La economía a orillas del Nilo
La agricultura era el sostén principal de la economía egipcia. Los principales cultivos eran el trigo y la cebada, con los que se elaboraba pan y cerveza, dos alimentos fundamentales para los egipcios, y el lino, utilizado para fabricar prendas de vestir. Complementaban su dieta con carne de vacas, corderos, cabras, cerdos, ocas y patos. Los bueyes y asnos servían para el acarreo.
Los funcionarios reales visitaban los campos anualmente y supervisaban la cantidad de cultivos y el ganado existente. Luego fijaban las contribuciones que debía pagar cada campesino al faraón. Estos impuestos se pagaban en especie y los productos eran almacenados en graneros estatales. Estos granos se redistribuían entre los grupos que no tenían la función de producir alimentos, como los funcionarios, y también servían para alimentar a la población en épocas de hambruna.
El comercio de larga distancia estaba destinado a obtener los elementos inexistentes en el valle del Nilo, tales como maderas, cobre, marfil, olivo, cedro y piedras preciosas. Para eso, el faraón organizaba expediciones comerciales hacia Nubia, Palestina, Siria, Fenicia y el Sinaí.