La pérdida de más 50 millones de vidas humanas, entre civiles y militares. Los
bombardeos, los campos de concentración y exterminio, hicieron que la población
civil sea la más afectada.
La destrucción de ciudades, vías de comunicación e instalaciones industriales. Esto afectó el
aprovisionamiento y la alimentación de los sobrevivientes en los años siguientes.
La consolidación de Estados Unidos y la Unión Soviética como las dos más grandes potencias mundiales.
Desde entonces, y por muchos años, el mundo quedó dividido en dos zonas: los países del mundo occidental
(liderados por EEUU y los países comunistas (encabezados por la URSS).
Alemania perdió todos los territorios anexionados por Hitler y fue dividida, al igual que Berlín, en cuatro zonas
de ocupación, administrada cada una por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética
(surgieron dos Alemanias: la República Federal y la República Democrática). Por su parte, la URSS
incorporó a los Estados Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), parte de Polonia, entre otros territorios. Por
último, Japón perdió todos los territorios anexados durante la guerra.
La creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945, con la intención de agrupar a todos
los países del planeta y garantizar la solución pacífica de los conflictos (sustituyó a la Sociedad de
Naciones).
Establecimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) por parte
de las Naciones Unidas.