Sirve para dar seguimiento al proceso completo de producción
incluyendo todos los pasos desde que se adquiere la materia prima, se
registra, y se fabrica con ella los productos para la distribución y venta.
El objetivo del SCM es realizar
este seguimiento de manera
que se optimice la planeación
y operaciones de la cadena
de suministro de la empresa.
Las cadenas de suministro agregan valor, las
compañías pueden entregar productos y
servicios al mercado más rápidamente, más
económicos y con mejor calidad, adquiriendo
una ventaja convincente sobre los
competidores menos eficientes.
El SCM abarca lo siguiente:
Compras
Producción
Contratación
Inventario
Distribución
La cadena de suministro se
puede dividir en tres flujos
principales:
Flujo de productos: Comprende el movimiento
de mercancías desde los proveedores a los
clientes, así como las devoluciones realizadas
por éstos, o las necesidades de servicio.
Flujo de Información: Conlleva la
comunicación de pedidos y la actualización
de la información sobre los estados de
entrega.
Flujo Financiero: Está integrado por las
condiciones de crédito, los calendarios de
pago y las disposiciones de consignación y
titularidad.
Al compartir estos datos en ambas direcciones
—"upstream" (con los proveedores de la empresa)
y "downstream" (con los clientes)
Mejora el tiempo de salida al mercado de los productos
Permite que todas las partes involucradas en la cadena
de suministro puedan gestionar mejor sus recursos
actuales y planificar sus necesidades futuras
Ayuda a identificar los elementos clave de la cadena de
suministro, realizar tendencias y pronósticos de
producción y ventas
Ayuda en la planificación integral de los procesos y
planeación colaborativa, optimización y entrega a
tiempo a los clientes con lo que se mejora el nivel de
servicio y satisfacción.
Deriva también en reducción de costos de inventario,
de transporte y de administración.