Hemos hecho la inmersión inicial, la cual nos sumerge en el contexto. Al mismo tiempo, recolectamos y analizamos datos (seguramente ya observamos diferentes
sucesos, nos compenetramos con la cotidianidad del ambiente, platicamos o entrevistamos a varias personas, tomamos notas, tenemos impresiones, etcétera). En
algún momento de la inmersión inicial o después, se define la muestra “tentativa”, sujeta a la evolución del proceso inductivo. Como explican Flick (2013), Creswell
(2013a), Savin-Baden y Major (2013) y Miles y Huberman (1994b), el muestreo cualitativo es propositivo. Las primeras acciones para elegir la muestra ocurren desde el
planteamiento mismo y cuando seleccionamos el contexto, en el cual esperamos encontrar los casos que nos interesan. En las investigaciones cualitativas nos
preguntamos qué casos nos interesan inicialmente y dónde podemos encontrarlos.
En el ejemplo del estudio sobre las emociones que experimentan los pacientes jóvenes que serán operados, al ver el propósito ya sabemos que los casos van a
ser personas de entre 14 y 20 años de la ciudad de Salta, en Argentina, y que cubren la condición de estar programados para una operación de alto riesgo.
Asimismo, ubicamos hospitales donde se realizan estas operaciones. Ahora, debemos elegir los casos (por ejemplo, de un listado que nos señale la
programación de las intervenciones quirúrgicas del tipo buscado en los próximos meses) y contactarlos para lograr su consentimiento y el de sus médicos y
padres (con el antecedente de que los hospitales hayan autorizado la investigación).
Pero, ¿cuántos casos?, ¿cuántos jóvenes que se someterán a cirugía debemos incluir: 10, 15, 50, 100?, ¿qué tamaño de muestra es el adecuado? Como vimos, en los estudios cualitativos el tamaño de
muestra no es importante desde una perspectiva probabilística, pues el interés del investigador no es generalizar los resultados de su estudio a una población más amplia. Lo que se busca en la
indagación cualitativa es profundidad. Nos conciernen casos o unidades (participantes, organizaciones, manifestaciones humanas, eventos, animales, hechos, etc.) que nos ayuden a entender el
fenómeno de estudio y a responder a las preguntas de investigación. El muestreo adecuado tiene una importancia crucial en la investigación, y la investigación cualitativa no es una excepción (Barbour,
2007).
Por esta razón es necesario reflexionar sobre cuál es la estrategia de muestreo más pertinente para lograr los objetivos de investigación, tomando en cuenta criterios de rigor, estratégicos, éticos y pragmáticos, como se
explicará a continuación. Por lo general son tres los factores que intervienen para “determinar” o sugerir el número de casos:1 1. Capacidad operativa de recolección y análisis (el número de casos que podemos manejar de
manera realista y de acuerdo con los recursos que tenemos). 2. El entendimiento del fenómeno (el número de casos que nos permitan responder a las preguntas de investigación, que más adelante se denominará “saturación
de categorías”). 3. La naturaleza del fenómeno en análisis (si los casos o unidades son frecuentes y accesibles o no, si recolectar la información correspondiente lleva poco o mucho tiempo).
Por ejemplo, en el estudio sobre las emociones que los pacientes jóvenes pueden experimentar antes de ser operados, el investigador procurará analizar el mayor
número posible de casos (que depende, en primera instancia, de cuántas cirugías de alto riesgo se realizan en Salta —mensual o anualmente— a la población de interés).
Asimismo, en la investigación de Morrow y Smith (1995) se reclutó abiertamente a las participantes (cuantas más, mejor, pero que pudieran tratarse). La muestra final fue de 11 mujeres (el requisito era que
hubiesen pasado por una situación de abuso sexual prolongado durante su infancia). Idealmente, habrá ocasiones en que se obtengan muestras grandes, que nos darían una comprensión completa del problema
de estudio, pero en la práctica son inmanejables (por ejemplo, ¿cómo podríamos estudiar en profundidad 200 o 300 casos de experiencias previas al quirófano o documentar en forma exhaustiva —mediante
entrevistas y sesiones en grupo— más de 100 casos de abuso sexual prolongado durante la infancia? Pasarían años y se necesitaría un vasto equipo de investigadores muy preparados y con criterios similares
para investigar).
Aunque diversos autores recomiendan ciertos tamaños mínimos de muestras (número de unidades o casos) para diversos estudios cualitativos (véase la tabla 13.1), no hay parámetros
definidos ni precisos.
La tabla es únicamente un marco de referencia, pero la decisión del número de casos que conformen la muestra es del investigador, así como resultado de los tres factores que
se mencionaron (porque como dice el doctor Roberto Hernández Galicia: los estudios cualitativos son artesanales, “trajes hechos a la medida de las circunstancias”). El principal
factor es que los casos nos proporcionen un sentido de comprensión profunda del ambiente y el problema de investigación. Las muestras cualitativas no deben ser utilizadas
para representar a una población (Daymon, 2010).
Cabe destacar que los tipos de estudio o diseños cualitativos aún no se comentan, por lo que el cuadro adquirirá un mayor sentido al revisar los siguientes dos capítulos. Por su parte, Creswell
(2013b) señala que en las investigaciones cualitativas los intervalos de las muestras varían de uno a 50 casos. Otra cuestión importante es la siguiente: en una investigación cualitativa la muestra
puede contener cierto tipo definido de unidades iniciales, pero conforme avanza el estudio se pueden agregar otros tipos de unidades y aun desechar las primeras.
Por ejemplo, si decido analizar la comunicación entre el médico y su paciente (en el caso de enfermos terminales de sida), después de una inmersión inicial (que implicaría observar actos de
comunicación entre médicos y pacientes terminales, mantener charlas informales con unos y otros, etc.), quizá me doy cuenta de que dicha relación está mediatizada por el personal no
médico (enfermeras, auxiliares, personal de limpieza) y entonces decido agregarlo a la muestra. Así, analizaría tanto a los protagonistas de las interacciones como sus procesos.
También se pueden tener unidades de diferente naturaleza. Por ejemplo, en el estudio sobre la guerra cristera en Guanajuato desde el punto de
vista de sus actores, la muestra inicial comprendió dos clases de unidades: a) Documentos generados en la época y disponibles en archivos públicos
y privados (notas periodísticas, correspondencia oficial, reportes y, en general, publicaciones del gobierno municipal o estatal; diarios personales,
etcétera). b) Participantes (testigos directos, personas que vivieron en la época de la guerra cristera y sus descendientes).
Posteriormente, se sumaron como unidades “artefactos u objetos” y “sitios específicos” (armas usadas en la conflagración, casas donde se celebraban en secreto
las misas católicas, iglesias y lugares donde fueron ejecutados cristeros u ocurrieron batallas o escaramuzas).
Mertens (2010) señala que en el muestreo cualitativo es usual comenzar con la identificación de ambientes propicios, luego de grupos y, finalmente,
de individuos. Incluso la muestra puede ser una sola unidad de análisis (estudio de caso).3 La investigación cualitativa, por sus características,
requiere muestras más flexibles. La muestra se va evaluando y redefiniendo permanentemente.
Los tipos de muestras que suelen utilizarse en las investigaciones son las no probabilísticas o dirigidas, cuya finalidad no es la generalización en términos de probabilidad. También se les conoce
como “guiadas por uno o varios propósitos”, pues la elección de los elementos depende de razones relacionadas con las características de la investigación (Ragin, 2013, Saumure y Given, 2008a y
Palys, 2008). Veamos estas clases de muestras, pero cabe destacar que no son privativas de los estudios cualitativos, sino que también llegan a utilizarse en investigaciones cuantitativas, por mucho
que se asocien más con los primeros.
Tipo de estudio y tiamaño minimo de muestra sugerido
Etnográfico cultural: Una comunidad o grupo cultural, 30-50 casos que lo
conformen. Si es menor el grupo, incluir a todos los individuos o el mayor
número posible.
Etnográfico básico: Doce participantes homogéneos. Si la
unidad de análisis es observaciones, 100-200 unidades.
Fenomenológico: Diez casos.
Teoría fundamentada, entrevistas o personas bajo observación: De 20 a 30 casos.
Historia de vida familiar: Toda la familia, cada
miembro es un caso.
Biografía: El sujeto de estudio (si vive) y el mayor
número de personas vinculadas a él,
incluyendo críticos.
Estudio de casos: De seis a 10. Si son en
profundidad, tres a cinco.
Grupos de enfoque: Siete a 10 casos por grupo, al menos un
grupo por tipo de población. Si el grupo es menor, incluir a todos
los individuos o el mayor número posible. Para generar teoría, tres
a seis grupos.
Estas muestras no son probabilisticas, lo que quiere decir
esto es que con el resultado de la investigacion se quiere
dar a conocer datos mas no estadisticas generales.
Mertens (2010) señala que en el muestreo cualitativo es usual comenzar
con la identificación de ambientes propicios, luego de grupos y,
finalmente, de individuos. A medida que avanza la investigacion
cualitativa, esta, puede ir tomando otro rumbo, pues al recolectar mas
datos se ira transformando.
Las unidades nos son unicamente recursos verbales, en el muestreo se puede
recolectar mas informacion basandonos en el campo especifico del caso a
investigar u objetos etc.
La naturaleza de las unidades llegan a ser de diferente
naturaleza, porque?, porque podemos encontrar distintas
fuentes de informacion pero todas relacionadas al mismo
evento, y dichas fuentes encontradas aportan material
importante a la investigacion.
Creswell (2013b) señala que en las investigaciones cualitativas los
intervalos de las muestras varían de uno a 50 casos. A medida que
avanza la investigacion se pueden agregar o eliminar unidades de
muestreo.
Para el muestreo es necesario tener
identificado el tipo de participantes,
estos deben ser aptos y a suministrar
informacion significativa para hacer parte
de la investigacion; se pueden presentar
muestras grandes pero dificiles de
abordar, esto segun las necesidades de la
investigacion.
Para cumplir con las
expectativas propuestas al
inicio del muestreo, se
deben tener en cuenta
aspectos importantes, se
debera plantear una
estrategia investigativa, de
recoleccion de tados, la
manera en que analizaremos
el material; todo lo anterior
es importante para llevar un
proceso limpio de la
investigacion.
En el muestreo de la investigacion cualitativa no se
hace tan relevante la cantidad del muestreo sino la
cantidad de informacion que pueda recibirse; esta
cantidad considerable de informacion debe tener
profundidad.
Tener una idea clara del tipo de investigacion que deseamos
realizar nos facilitara en gran medida, identificar tanto el tipo
de poblacion a abordar como tambien el campo; todo esto
seguido de la eleccion de los casos que sean utiles para
nuestro proceso investigativo.
Es aqui la parte inicial del muestreo,
donde iniciamos la recoleccion de datos
y tambien los analizaremos para
sustraer informacion precisa para el
desarrollo de nuestra investigacion.
La Muestra de participantes voluntarios
En ciencias sociales y médicas son frecuentes las muestras de voluntarios. Pensemos, por ejemplo, en los
individuos que voluntariamente acceden a participar en un estudio que profundiza en las experiencias de cierta
terapia; otro caso sería el del investigador que realiza un trabajo sobre las motivaciones de los pandilleros de un
barrio de Madrid e invita a quienes quieran a una entrevista abierta.
estos casos, la elección de los participantes depende de circunstancias muy variadas. A esta clase de muestra también se le
puede llamar autoseleccionada, ya que las personas se proponen como participantes en el estudio o responden a una
invitación (Battaglia, 2008b). Estas muestras se usan en estudios experimentales de laboratorio, pero también en
investigaciones cualitativas, como en el ejemplo de Morrow y Smith (1995).
La muestra de expertos En ciertos estudios es necesaria la opinión de expertos en un tema. Estas muestras
son frecuentes en estudios cualitativos y exploratorios para generar hipótesis más precisas o la materia
prima del diseño de cuestionarios. Por ejemplo, en un estudio sobre el perfil de la mujer periodista en
México (Barrera et al., 1989) se recurrió a una muestra de 227 mujeres periodistas, pues se consideró que
eran las participantes idóneas para hablar de contratación, sueldos y desempeño de tal ocupación. Estas
muestras son comunes cuando se pretende mejorar un proceso industrial o de calidad.
La muestra de casos tipo También se utiliza una muestra de casos tipo en estudios cuantitativos exploratorios y
en investigaciones de tipo cualitativo, en el que el objetivo es la riqueza, profundidad y calidad de la información,
no la cantidad ni la estandarización. En estudios con perspectiva fenomenológica, en los que el objetivo es
analizar los valores, experiencias y significados de un grupo social, es frecuente el uso de muestras tanto de
expertos como de casos tipo. Por ejemplo, pensemos en los trabajos de Howard Becker (El músico de jazz, 1951,
y Los muchachos de blanco, 1961) que se basan en grupos de músicos de jazz y característicos estudiantes de
medicina, para adentrarse en el análisis de los patrones de identificación y socialización de estas dos profesiones:
la de músico y la de médico.
En su estudio, Khadka et al. (2012) formaron una muestra de casos tipo con 81 niños y jóvenes de ambos
géneros (seis a 18 años), con y sin discapacidad visual, de zonas rurales y urbanas, a los que agruparon por
edad en 13 categorías (cada una representó un grupo de enfoque). Los estudios motivacionales que se
hacen para el análisis de las experiencias de cierto tipo de consumidores con respecto a un producto
también utilizan estas muestras (por ejemplo, ejecutivos de alto nivel socioeconómico que han comprado
determinada marca de automóvil de lujo).
La muestra por cuotas La muestra por cuotas se utiliza mucho en estudios de opinión y
mercadotecnia. Por ejemplo, los encuestadores reciben instrucciones de aplicar cuestionarios o
realizar entrevistas abiertas a individuos en un lugar público (un centro comercial, una plaza o
una colonia). Al hacerlo, van llenando cuotas de acuerdo con la proporción de ciertas variables
demográficas.
Así, en un estudio sobre la actitud de la ciudadanía hacia un candidato político, se dice a los
encuestadores “que vayan a determinada colonia y entrevisten a 150 personas adultas, en edad de
votar. Que 25% sean hombres mayores de 30 años, 25% mujeres mayores de 30 años, 25% hombres
menores de 25 años y 25% mujeres menores de 25 años”. Estas muestras suelen ser comunes en
encuestas (surveys) e indagaciones cualitativas.
La muestra por cuotas es
aquella que no determina
el tipo de participantes
para su abordaje, su
proceso de operacion es
abierto y por decirlo asi
sin discriminacion
En estos casos tipo, cuando
son cualitativos se centran en
la calidad y no en la cantidad.
Pues el objetivo es dar a
conocer datos de la
experiencia contenida en
dicho grupo no los datos
generalizados.
En la recoleccion de muestras
podemos ver como los
participantes de los casos a
estudiar pueden ser activos o
pasivos; porque los defino de
esta manera, los defino asi ya
que unos se ofrecen como
material de estudio del caso y
otros son seleccionados
directamente por el investigador
Muestras Orientadas a la investigacion cualitativa
muestras no probabilísticas que, además de las ya señaladas, suelen utilizarse en estudios cualitativos. Las
repasaremos brevemente a continuación: 1. Muestras diversas o de máxima variación: estas muestras son
utilizadas cuando se busca mostrar distintas perspectivas y representar la complejidad del fenómeno
estudiado, o bien documentar la diversidad para localizar diferencias y coincidencias, patrones y
particularidades. Imaginemos a un médico que evalúa a enfermos con distintos tipos de lupus; a un psiquiatra
que considera desde pacientes muy deprimidos hasta individuos con depresión leve.
Ejemplo: Studs (1997) realizó un estudio del significado del trabajo en la vida del individuo, mediante
entrevistas profundas a personas que contaban con una gran variedad de trabajos y ocupaciones.
2. Muestras homogéneas: al contrario de las muestras diversas, en las muestras homogéneas las unidades que se van a seleccionar
poseen un mismo perfil o características, o bien comparten rasgos similares. Su propósito es centrarse en el tema por investigar o
resaltar situaciones, procesos o episodios en un grupo social.
Hernández-Sampieri y Mendoza (2010) iniciaron una investigación a largo plazo para analizar el contexto de las mujeres profesionalmente
exitosas (obstáculos que tuvieron en su carrera, las relaciones con su familia y subordinados, manejo de la maternidad, etc.). La primera
etapa de su estudio es con un grupo de 50 mujeres que ocupan cargos destacados (empresarias, directoras generales o presidentas de
organizaciones privadas y públicas, rectoras de universidades, diputadas federales, senadoras o equivalentes); y las seleccionadas debieron
cubrir un perfil: casadas y madres, que se ubiquen al frente de su organización o tengan capacidad de decisión al máximo nivel, cuyo
grado de estudios mínimos es de licenciatura y mayores de 40 años. Es decir, se busca un grupo homogéneo. El ya mencionado estudio de
Suto y Arnaut (2010) sobre el suicidio con 24 reclusos que intentaron privarse de la vida es otro ejemplo.
Una forma de muestra homogénea, combinada con la muestra de casos tipo, pero que algunos autores destacan como una clase de
muestra cualitativa (por ejemplo, Mertens, 2010), son las llamadas “muestras típicas o intensivas”, en que se eligen casos de un perfil
similar, pero que se consideran representativos de un segmento de la población, una comunidad o una cultura (no en un sentido
estadístico, sino de prototipo). Por ejemplo, ejecutivos con un salario promedio y características nada fuera de lo común para su tipo
(se utiliza la expresión “hombre medio” para identificarlos) o soldados que se enrolaron en una guerra y no fueron heridos
gravemente ni recibieron medallas, que estuvieron en servicio el tiempo regular, etcétera.
3. Muestras en cadena o por redes (“bola de nieve”): en este caso, se identifican participantes clave y se agregan a
la muestra, se les pregunta si conocen a otras personas que puedan proporcionar más datos o ampliar la
información (Morgan, 2008), y una vez contactados, los incluimos también. La investigación sobre la guerra
cristera operó en parte con una muestra en cadena (los sobrevivientes recomendaban a otros individuos de la
misma comunidad).
Ejemplo: González y González (1995), en su estudio sobre una población utilizaron una muestra en cadena: primero se
pusieron en contacto con unos participantes, quienes acercaron a sus conocidos y ellos a su vez a otras personas, a fin de
enriquecer información sobre una cultura, a través de individuos que relataron su historia.
4. Muestras de casos extremos: estas muestras son útiles cuando nos interesa evaluar características, grupos o situaciones
alejadas de la “normalidad” o de prototipos (variación inusual en el fenómeno o problema bajo estudio) (Creswell, 2013a y
Jahnukainen, 2009). Imaginemos que queremos estudiar a personas sumamente violentas. Podríamos seleccionar una muestra
de pandilleros; de igual forma, si tratamos de evaluar métodos de enseñanza para estudiantes muy problemáticos, elegimos a
aquellos que han sido expulsados varias veces. Mertens (2010) señala que el análisis de casos extremos nos ayuda,
paradójicamente, a entender lo ordinario.
Este tipo de muestras se utiliza para estudiar etnias muy distintas al común de la población de un país, también para
profundizar el análisis de comportamientos terroristas y procesos complejos que solamente dominan unos cuantos
expertos. A veces se seleccionan casos extremos opuestos con fines comparativos (por ejemplo, escuelas donde la violencia
estudiantil es elevada y escuelas sumamente tranquilas; edificios sólidos que han resistido temblores u otros fenómenos
naturales y estructuras que se han colapsado).
Ejemplo: Hernández-Sampieri y Martínez (2003) efectuaron una serie de sesiones grupales para definir qué criterios
podían considerarse en cuanto a sexo, violencia, consumo de drogas, horror y lenguaje insultante, para clasificar películas
cinematográficas como aptas para niños, adolescentes y adultos. Algunos de los grupos estaban constituidos por
personas calificadas como muy liberales (entre ellos algunos escritores, críticos de cine y cineastas) y otros, por individuos
situados como conservadores (miembros de ligas de defensa de la familia y la moral, sacerdotes, etcétera)
5. Muestras por oportunidad: se trata de casos que de manera fortuita se presentan ante el investigador justo
cuando los necesita. O bien, individuos que requerimos y que se reúnen por algún motivo ajeno a la
investigación, lo que nos proporciona una oportunidad extraordinaria para reclutarlos. Por ejemplo, una
convención nacional de alcohólicos anónimos, justo cuando conducimos un estudio sobre las consecuencias del
alcoholismo en la familia.
Ejemplo: Herrera (2004) realizó un estudio de caso de sí misma, sobre el lupus eritematoso sistémico (ella padecía un
lupus con 31 años de evolución). Al presentar los resultados de su investigación, acudieron médicos que conocían
enfermos con el mismo padecimiento, quienes recomendaron a sus pacientes para que ampliara su indagación.6
6. Muestras teóricas o conceptuales: cuando el investigador necesita entender un concepto o teoría, puede
muestrear casos que le sirvan para este fin. Es decir, se eligen las unidades porque poseen uno o varios
atributos que contribuyen a formular la teoría (Draucker, Martsolf, Ross y Rusk, 2007). Supongamos que quiero
probar una teoría microeconómica sobre la quiebra de ciertas aerolíneas. Obviamente, selecciono empresas de
esta clase que han pasado por una quiebra. Si quiero evaluar los factores que hacen que un hombre sea capaz
de violar a una mujer, puedo obtener la muestra en cárceles donde se encuentren recluidos criminales
violadores. Otro ejemplo característico serían los detectives, cuando seleccionan a sospechosos que encajan en
sus “teorías” sobre el asesino.
Ejemplo: Lockwood (1996) llevó a cabo un estudio para encontrar en comunidades específicas submuestras de
individuos con distintos trabajos, a fin de analizar si algunas situaciones laborales conducen a ciertas percepciones
sobre las clases sociales.
7. Muestras confirmativas: la finalidad de las muestras confirmativas es sumar nuevos casos cuando en los ya analizados se suscita
alguna controversia o surge información que apunta en diferentes direcciones. Puede ocurrir que al analizar los primeros casos
surjan hipótesis de trabajo y otros casos posteriores las contradigan o “no se encuentren tendencias claras”. Entonces,
seleccionamos más casos similares a aquellos donde emergieron las hipótesis y también casos donde se contradijeron, hasta
comprender lo que verdaderamente sucede.
Por ejemplo, en la investigación de Amate y Morales (2005) sobre las oportunidades de empleo para personas con capacidades diferentes,
los primeros casos (que eran empresas grandes, transnacionales y nacionales) apuntaban a que las oportunidades eran equitativas para
individuos con capacidades regulares y con capacidades distintas. Posteriormente, otros casos (empresas locales de menor tamaño)
contradijeron la hipótesis de trabajo y entonces se agregaron más casos, tanto de organizaciones locales como de nacionales y
transnacionales, con el fin de entender la nueva hipótesis y la explicación de las causas del fenómeno.
8. Muestras de casos sumamente importantes o críticos para el problema analizado: a veces hay casos del
ambiente que no podemos dejar fuera; por ejemplo, en el estudio sobre la guerra cristera, no podían
quedar excluidos los cronistas de las ciudades. En un estudio cualitativo en una empresa, no es conveniente
prescindir del director general. Incluso hay muestras que únicamente consideran casos relevantes.
9. Muestras por conveniencia: estas muestras están formadas por los casos disponibles a los cuales tenemos acceso
(Battaglia, 2008a). Tal fue la situación de Rizzo (2004), quien no pudo ingresar a varias empresas para efectuar
entrevistas a profundidad en niveles gerenciales, acerca de los factores que conforman el clima organizacional, y
entonces decidió entrevistar a compañeros que junto con ella cursaban un posgrado en desarrollo humano y eran
directivos de diferentes organizaciones.
En ocasiones, una misma investigación requiere una estrategia de muestreo mixta que combine varios
tipos de muestra, por ejemplo, de cuotas y en cadena. Las muestras dirigidas son válidas en cuanto a que
un determinado diseño de investigación así las requiere; sin embargo, los resultados se aplican nada
más a la muestra en sí o a muestras similares en tiempo y lugar (transferencia de resultados), pero esto
último con suma precaución. No son generalizables a una población ni interesa esta extrapolación.
En este tipo de muestra podemos hacer uso de
otros casos que tengamos a la mano y que
ayuden a complementar el caso que esta
siendo investigado.
En estas muestras no debemos dejar
ninguna fuente de informacion por fuera ya
que cada segmento forma parate
importante para el desarrollo de la
investigacion cualitativa.
Las muestras confirmativas nos
sirven para verificar la
informacion suministrada a un
caso por medio de otros, que
aportaran informacion para
afianzar los hechos.
Las muestras teoricas son aquellas que hacen
uso del muestreo de casos que van acorde al
caso actualmente presentado o en su defecto el
muestreo ya reunido durante el proceso y que le
de base teorica a la investigacion.
La muestras por oportunidad son aquellas que se
presentan sin aviso, que no se estan buscando o que en su
momento no se necesitan pero tienen influencia sobre el
tema a ser investigado.
La muestras de casos externos nos hace
referencia a aquellos acontecimientos que
estan fuera de lo comun y las cuales pueden ir
facilitando la comprension de hechos
cotidianos y aportando asi relevancia a la
investigacion.
En este tipo de muestra como su nombre lo indica
(Muestra en cadena) un participante de la
investigacion puede traer al investigador uno o mas
sujetos en el papel de participantes para unirse al
proceso de investigacion.
Las muestras homogeneas son
aquellas que tienen rasgos muy
parecidos o identicos sus
caracteristicas van en el mismo
sentido de resaltar situaciones para
determinada comunidad