Administradores formados
profesionalmente que apoyan su
gestión en colaboradores con
capacidades preponderantemente
mentales.
La Escuela Denmark de Negocios y el Grupo PA de
Consultoría en Inglaterra ( 1997) plantean el
compromiso con el aprendizaje continuo.
Martin (1998) sostiene que los
administradores deben
comprometerse ellos mismos
con un aprendizaje de por vida.
Hall (1996) afirma la importancia
del aprendizaje continuo y los
cambios de identidad que el
individuo sea capaz de adoptar.
Hitt, Keats y DeMarie (1998) capacidad para construir
un medio ambiente (u organizacional) de
aprendizaje, a partir del cual la organización
desarrolle las capacidades necesarias para
responder a los continuos cambios del mercado y a
las condiciones generales del entorno a partir del
conocimiento
Ahmed, Loh y Zairi (1999) la
estructura del aprendizaje sugiere
, el interés del administrador por
el conocimiento requiere incluir
acciones orientadas hacia la
construcción de una cultura
organizacional del aprendizaje
continuo por parte de todos los
miembros de la compañía
Barlett y Ghoshal (1997) concluyeron que
la principal responsabilidad del gerente
moderno consiste en contribuir en el
desarrollo del elemento humano
Liderazgo
Los líderes tienen capacidad para
incidir en los comportamientos y
pensamientos de las personas, sin
importar la existencia o no de un
vínculo formal entre ambas partes, o
la cercanía física que medie entre
ellos.
Daft (1988) Cualquier persona que
mediante sus acciones o
discursos ejerce infl uencia sobre
un número importante de
individuos, sin mengua de su
jerarquía
Marchington, Goodman,
Wilkinson y Ackers (1992), el
administrador está
evolucionando de policía a
capacitador, de supervisor a
facilitador y de experto técnico a
experto en gente.
(Dahlgaard y Dahlgaard, 1999) Las empresas
mejor operadas en los Estados Unidos
siempre han logrado el mejoramiento de la
productividad y la calidad a través de la
gente
Kanji (1998)
establece
administración
basada en la gente
Clark y Guy (1998) capacidad para manejar el
intelecto humano y transformarlo en productos y
servicios de utilidad, está llegando a ser la habilidad
crítica del ejecutivo de los tiempos actuales
(Quinn, Anderson y Finkelstein, 1996) El
éxito de una gran organización se
sustenta en la calidad de su capital
intelectual, en vez de sus activos físicos
o capital financiero.