Una de las características que definen a la Psicología Ambiental, como el resto de disciplinas
aplicadas, es la multiplicidad de orientaciones teóricas utilizadas.
Evisten cuatro perspectivas las cuales son
Perspectiva del rasgo
la perspectiva que menos
atención dirige hacia las
variables ambientales ya que la
unidad de análisis se centra en
la PERSONA
sus procesos psicológicos, características cognitivas y rasgos de personalidad.
Perspectiva interaccionista
La perspectiva interaccionista parte
de la consideración de la persona y
el entorno como unidades
separadas con interacciones entre
ellas.
La unidad de análisis en este caso sería "LA PERSONA Y EL
ENTORNO" y su objetivo la búsqueda de relaciones
causa-efecto entre variables para estudiar un fenómeno a
través de un sistema asociativo de antecedentes y
consecuentes orientado a la predicción y control de la
conducta y los procesos psicológicos.
Perspectiva organísmica
La característica principal
de esta perspectiva es la
consideración holística
tanto de la persona como
del entorno, que pasan a
definirse como
elementos dentro de un
SISTEMA INTEGRADO con
interacciones entre las
partes.
Su comprensión pasa por analizar el funcionamiento del conjunto y es el
conjunto el que da sentido a las partes.
Perspectiva transaccionalista
La perspectiva transaccional define la Psicología como "el
estudio de las relaciones cambiantes entre los aspectos
psicológicos y ambientales de las unidades holísticas"
(Altman y Rogoff, 1987; p. 24).
La diferencia fundamental con la perspectiva
organísmica es que en este caso el todo no se
compone de elementos separados, sino que se
trata de una "confluencia" de factores
inseparables que dependen unos de otros para
su definición y significado.