HISTORIA DE LA LITERATURA INFANTIL Y LOS GÉNEROS LITERARIOS
LITERATURA INFANTIL:
IMPLICA
Familiarizarse con la cultura oral
y escrita, explorar sus
convenciones y su valor
connotativo, expresarse a través
de gestos, dibujos, trazos y
garabatos, interpretar y construir
sentido, inventar historias y
juegos de palabras y disfrutar de
los libros informativos, lo mismo
que de la narrativa y de la poesía
oral y escrita pero, sobre todo,
implica experimentar las
conexiones de la lectura con la
vida.
CARACTERISTICAS:
La lectura en la
primera infancia es,
sobre todo,
acompañamiento
emocional,
demostración de las
posibilidades simbólicas
de los libros y estímulo
para la curiosidad y el
vínculo afectivo.
Espacios y tiempos
para la lectura:
El espacio para leer y
explorar las
colecciones: Tiempo
para leer. La hora del
cuento. Las múltiples
conexiones entre
lenguajes.
POSIBILIDADES LITERARIAS:
• Los bebés como sujetos
de lenguaje:
Al comienzo de la vida, la
música y literatura son
imprescindibles e inseparables.
El movimiento de vaivén entre
las idas y venidas de los
cuidadores es el motivo central
de la literatura del primer año.
Mientras alimentan, cuidan y
duermen al bebé, las personas
cercanas pueden cantarle y
ofrecerle esas “envolturas
sonoras” que integran palabras,
tonos y cadencias de la voz con
movimientos rítmicos.
Qué dar de leer:
Cuentos corporales
o “libros sin
páginas” que se
escriben en la piel,
a la hora del baño
o del cambio de
pañal, durante la
comida o en los
tiempos de juego.
• La perspectiva de
explorar el mundo:
Paulatinamente, las
niñas y los niños toman
conciencia del poder de
las palabras para hacer
declaraciones sobre el
mundo, llamar la
atención de las personas
y compartir experiencias.
Asimismo, prestan
especial atención a la
sonoridad de las
palabras y es frecuente
verlos capturar sonidos
para guardar en la
memoria.
Qué dar de leer:
Libros de imágenes
con pequeñas
historias que narran
experiencias
cercanas y que se
aproximan
paulatinamente al
mundo de la
narrativa.
• La lengua para
“hacer de cuenta”:
Por lo general, este impulso
del lenguaje está asociado a
una época de incansable
actividad simbólica, en la que
también se observan grandes
cambios en juego. La
ampliación de los escenarios
sociales y el manejo de
normas de higiene y de
convivencia hacen de este un
tiempo lleno de tensiones
entre dependencia y
autonomía.
Qué dar de leer:
Poesía de tradición
oral y de autores
clásicos y
contemporáneos.
Juegos de palabras,
rondas, trabalenguas,
coplas y canciones
grabadas, cantadas
por las voces adultas
y recreadas y
transformadas por
las niñas y los niños.
• Contar la propia historia:
La habilidad para
observar, clasificar y
explorar el entorno se
refleja en un lenguaje cada
vez más estructurado. El
juego, el arte, la literatura
y la exploración del medio
les permiten viajar “al
infinito… y más allá”.
Qué dar de leer:
Libros-álbum para
disfrutar el arte, para
interpretar, para mirar
una y otra vez, para hacer
lecturas cada vez más
complejas y creativas,
para descubrir detalles
insospechados, para
soñar, crear e imaginar.
• Nuevas lecturas, nuevas escrituras:
La literatura infantil
contemporánea ofrece vastos
escenarios para identificarse
con los personajes y explorar
mundos reales y fantásticos.
Además de la narrativa, los
libros-álbum los siguen
desafiando a enriquecer la
mirada y la sensibilidad.
Qué dar de leer:
Narrativa: leyendas y relatos
de la tradición oral, cuentos
de la literatura clásica y
contemporánea y novelas
breves que pueden leerse
por capítulos y dejarse en
suspenso para continuar al
otro día.