Cuando reconocemos que somos seres humanos únicos, con una
vocación por descubrir y una misión por cumplir admitimos que
en cada uno de nosotros se encuentra la presencia vida de Dios
Todas las personas compartimos unas
características:
Somos responsables
de nuestros actos
Tenemos derechos
Somos
libres
Tenemos
dignidad
Somos seres
sociales
somos iguales ante Dios y ante la
ley
Tenemos un cuerpo una mente y un espirítu
Para diferenciar entre los actos
buenos y malos, contamos con la
conciencia moral, la moral y la ética.
La conciencia
En todas las personas la conciencia cumple
una función: distinguir el bien del mal. Es
decir, la ley de Dios esta grabada en los
corazones de cada uno ya sean creyentes o
no creyentes
Es la capacidad de juzgar no solo nuestras
acciones, sino también las de los demás, como
buenas o malas teniendo como base de juicio
las normas morales y éticas de una
comunidad.
La conciencia
moral
Es esa voz interior que nos obliga a
actuar en concordancia con esa ley
Que Dios puso en nuestra mente y la
gravó en cada uno de nuestros
corazones.
Palabras que describen a la conciencia.
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La moral
Se identifica con un conjunto principios,
normas y creencias construidas con base a la
costumbre, que nos indica cómo actuar en
determinada circunstancia. La moral está muy
ligada con la conciencia, porque, es esta la que
previene el peligro, indica el camino correcto,
juzga los actos como buenos o malos.
La ética
Es la reflexión sobre la moral. Enuncia
principios universales que determinan si un
acto humano consciente y libre ha sido bueno
o malo. la conciencia en general es como la voz
interior que advierte de la bondad o malicia de
las acciones en relación con la ética.