Sin incluir a los priones ni
a los virus, todo
organismo vivo está
constituido por células.
Atendiendo a su
complejidad se dividen en
células procariotas y
eucariotas.
Célula Eucariota
Presenta una estructura más compleja. Tiene un citoesqueleto que le va a permitir comunicarse de
forma fluida y coordinada, tanto internamente, regulando de manera eficiente sus rutas, por
ejemplo, las metabólicas, como externamente con procesos como la exocitosis. El material genético,
por contra, sí va a presentar una membrana que lo separe del citoplasma.
célula procariota
Presenta una estructura muy sencilla. Comprende las bacterias, las algas cianofíceas y los
micoplasmas. Todos ellos representantes del antiguo reino Monera, hoy ya desaparecido.
Son organismos unicelulares, es decir, la célula simple constituye el individuo con
capacidad autónoma para crecer, desarrollarse y reproducirse.
La célula es la unidad más pequeña que puede
considerarse viva. En su estructura intervienen
moléculas inorgánicas (agua y sales minerales) y
orgánicas (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos
nucleicos).
Las células también se
definen de acuerdo a su
necesidad de energía.
Los autótrofos se alimentan
por ellos mismos y usan luz
o energía química para
fabricar comida
Los heterótrofos (los que se
alimentan de otros)
obtienen energía de otros
autótrofos o heterótrofos.