El enfado y la hostilidad contribuyen a intensificar las enfermedades coronarías una vez
se hayan presentado, ya que genera un aumento en la frecuencia cardiaca y tensión
arterial generandole al corazón un sobreesfuerzo perjudicial, cuyos mecanismos del
enojo tambien aumentan el riesgo a posibles nuevos ataques.
Ser enfadado
Genera mayor probabilidad de incremento del colesterol
y también a experimentar un paro cardíaco, se liberan
hormonas estresantes al torrente sanguíneo