La seguridad de una comunidad está alimentada directamente de la
capacidad de convivencia, pero que no es el único elemento que
requiere para asegurar su consolidación, ya que depende en gran
manera de la satisfacción de sus necesidades.
La expresión “convivencia ciudadana”, tiene que ver más con
la prevención del delito y con programas a largo plazo cuyos
efectos suelen ser más duraderos, pues mejora la
comunicación entre las partes y admite cualquier forma de
resolver el conflicto que las partes elijan, siempre que no sea
el uso de la fuerza.
Se tiene entonces en este punto
la convergencia de los dos
términos propuestos:
La seguridad, que aparece dimensionada en su
sentido más ajustado a la realidad nacional, pues en
el caso colombiano al igual que en el resto del
mundo con excepción del caso en Medio Oriente, la
amenaza no proviene de otro Estado, sino que es
producto de tensiones internas
La convivencia como factor fundamental que nutre
los propósitos y objetivos de la seguridad ciudadana,
ya que sin una buena convivencia entre ciudadanos,
difícilmente se puede pensar en seguridad dentro
del mismo contexto e igualmente sin condiciones
generales que satisfagan las necesidades del
conglomerado ciudadano apenas se podría hablar de
convivencia.
La seguridad ciudadana en su esencia
parte de las nuevas definiciones
globales derivadas de la doctrina
internacional, particularmente de la
seguridad humana. La seguridad
humana significa que la gente puede
ejercer esas opciones en forma segura
y libre”.
la seguridad ciudadana se convierte en
una necesidad que requiere ser resuelta
por el Estado y su cuerpo de policía como
dinamizadores y articuladores de la
relación entre autoridades y comunidad.
Para que la seguridad ciudadana sea un espacio
integrador propicio para la actuación política,
doctrinal e institucional de las autoridades, esta
debe ser:
• Integral: comprende dimensiones preventivas y
proactivas en las cuales se garanticen las
necesidades de libertad, desarrollo social y
proyección humana del individuo en todos los
entornos de interacción.
• Flexible: proporciona estados de adaptabilidad frente
a la transformación de la amenaza, ponderar y
concentrar esfuerzos en los factores críticos que
afectan la seguridad ciudadana, reconocer la
diversidad de nichos sociales, culturales y de
interacción del individuo, otorgando respuestas
oportunas a las exigencias de la comunidad.
• Dinámica: genera cambios en el entorno y las instituciones
para impactar positivamente los factores que determinan
condiciones óptimas de seguridad ciudadana.
• Efectiva y eficiente: resuelve las necesidades
ciudadanas de seguridad de manera objetiva,
oportuna, preventiva, restaurativa con calidad,
apegadas a la ley y con un alto grado de satisfacción
que motive y construya confianza.
• Preventiva e investigadora: tiene en cuenta, que los
conflictos de alta previsibilidad propios de los
anteriores modelos de seguridad han sido
reemplazados por una conflictividad que integra
diferentes elementos del desarrollo humano para
hacerla preventiva ante las nuevas amenazas que
afectan a la comunidad.
La Comisión Andina de Juristas, en la I Reunión Técnica
sobre “Seguridad Ciudadana y Democracia” en agosto de
1998, precisa la existencia de algunos elementos
centrales en la noción de seguridad ciudadana.
En primer lugar, la protección de los ciudadanos debe
darse dentro de un marco de respeto de la
Constitución y de las leyes. En este sentido, la
seguridad ciudadana se constituye en un marco
central para el desarrollo de los derechos humanos.
En segundo lugar, la seguridad ciudadana no se limita
exclusivamente a la lucha contra la delincuencia, sino que
busca crear un ambiente propicio y adecuado para la
convivencia pacífica de las personas.
En tercer lugar, los aspectos señalados permiten ver que la
seguridad ciudadana sobrepasa la esfera de la acción policial,
demanda la participación coordinada de otros organismos e
instituciones tanto del Estado como de la sociedad civil.
En cuarto lugar, la seguridad ciudadana define la Policía
como un servicio de naturaleza civil orientado a la
comunidad, antes que hacia el Estado.
Es claro que la aplicación de las políticas públicas en
seguridad adoptadas por el Gobierno Nacional ha ubicado
al país en un camino irreversible hacia un escenario de
pacificación que imprescindiblemente exige de la Policía
Nacional un servicio polivalente, con enfoque preventivo,
dirigido a la protección del ciudadano y con capacidad de
respuesta efectiva que la mantenga como eje dinamizador
de la convivencia y la seguridad de los colombianos.
El término seguridad ha tenido varias
connotaciones a lo largo del tiempo y estas
han evolucionado constantemente de
acuerdo con los fenómenos históricos de la
humanidad.
La más reciente, enfoca la seguridad
humana como una contemplación de las
necesidades del ser humano y partiendo
de allí de las necesidades del Estado,
entendiendo que al satisfacer las
necesidades de seguridad de cada ser
humano se fortalece a sí mismo el Estado.
En esta misma línea encontramos que la
convivencia es uno de los factores que alimentan
esta necesidad humana de seguridad ciudadana
(entre personas de una comunidad) pues fija su
centro en la premisa “la condición para que las
personas puedan ejercer sus opciones de forma
libre y segura, con una relativa confianza es que
las oportunidades de hoy no desaparezcan
mañana”.
se puede concluir que la seguridad de los
seres humanos de una comunidad, está
alimentada directamente de la capacidad
de convivencia de sus integrantes, pero que
no es el único elemento que requiere para
asegurar su consolidación, ya que depende
en gran manera de la satisfacción de las
necesidades de sus integrantes.