Las políticas curriculares en pos de la integración de TICs en los procesos educativos formales en Costa Rica parten del supuesto que una reducción en la brecha digital implica automáticamente una reducción de la brecha socio-económica. Estas políticas más bien generan dependencia y refuerzan las relaciones de dominación Norte-Sur. La contrapropuesta debe partir de una posición epistemológica alternativa a la postmodernidad: enfoques comunitarios de conocimiento abierto.