Los síntomas conductuales con diversos grados de gravedad son muy comunes en la población
general. Solo se deben diagnosticar trastornos conductuales en niños y adolescentes con un grado
moderado o grave de deficiencia psicológica, social, educativa u ocupacional en múltiples entornos.
EVALUACION
Entre las inquietudes mas frecuentes: se distrae
fácilmente, molesta en clase, a menudo se mete en
problemas o tiene dificultad para completar las
tareas escolares.
Evaluar si existen problemas de falta de
atencion o hiperactividad
¿demasiado activo? — ¿incapaz de quedarse quieto
por un tiempo? — ¿se distrae fácilmente, tiene
dificultad para completar las tareas? — ¿se mueve
sin cesar?
Los sintomas son persistentes, graves y causan
dificultades en actividades diarias
¿Están los síntomas presentes en múltiples entornos? — ¿Han durado por lo
menos 6 meses? — ¿Son inapropiados para el nivel de desarrollo del niño o
del adolescente? — ¿Hay considerables dificultades en el funcionamiento
diario en el ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional o de
otro tipo?
Considerar la probablidad que
sea TDHA
Descarte las enfermedades físicas que pueden asemejarse al TDAH. — Enfermedad tiroidea —
Enfermedad infecciosa aguda o crónica, incluida la infección por el VIH/SIDA — Dolor incontrolado,
por ejemplo, por una infección del oído, anemia de células falciformes
Evaluar entorno domestico,
escolar,
MANEJO
Trastorno de déficit de atención con
hiperactividad (TDAH)
Brinde orientación sobre el bienestar del niño o el adolescente.
» Proporcione psicoeducación a la persona y sus
cuidadores y formación sobre la crianza. Suministre orientación
acerca de los trastornos del desarrollo. » Evalúe y
trate los factores estresantes, reduzca el estrés y fortalezca los
apoyos sociales. » Proporcione apoyo a los cuidadores.
Póngase en contacto con los profesores y otro personal escolar.
Póngase en contacto con otros recursos disponibles en la comunidad.
Considere la posibilidad de ofrecer formación para padres sobre la crianza,
cuando sea factible. » Considere efectuar intervenciones conductuales
cuando sea factible. » Si los tratamientos han fracasado y el niño o el
adolescente tiene un diagnóstico de TDAH y tiene al menos 6 años de edad,
derívelo a un especialista para el tratamiento con metilfenidato. » Asegure
el seguimiento apropiado con sesiones cada 3 meses o más frecuentes, de
ser necesario.
Entre las interveciones psicosociales
Orientación para promover el bienestar
y el funcionamiento adecuado del niño
o el adolescente
Psicoeducación para la persona
y los cuidadores y formación
sobre la crianza
Orientación para mejorar el
comportamiento
Apoyo a los cuidadores
Póngase en contacto con los profesores y
otro personal escolar
Tratamientos psicológicos breves
SEGUIMIENTO
Esta mejorando la persona
» Continúe con el plan de manejo y seguimiento hasta que los síntomas
cesen o remitan. » Proporcione psicoeducación y asesoramiento
adicionales sobre la crianza. » Si recibe medicación, considere ir
reduciendo gradualmente las dosis en consulta con un especialista. » Si no
recibe medicación, disminuya la frecuencia de las sesiones de seguimiento
cuando hayan cedido los síntomas y el niño o adolescente puede funcionar
satisfactoriamente en la vida cotidiana.
Si en 6 meses no hay NINGUNA mejoría en los síntomas o el funcionamiento: » Realice intervenciones
adicionales si las hay. » Aumente la frecuencia de las consultas de seguimiento según sea necesario. » HAGA LA
DERIVACIÓN A UN ESPECIALISTA, si es factible, para una nueva evaluación y manejo.
Edades: 4 a 18 años — Actividad excesiva: se mueve excesivamente y corretea, extrema dificultad para permanecer
sentado, habla en exceso o no puede quedarse quieto — Desatención excesiva, está distraído, reiteradamente
interrumpe las tareas antes de finalizarlas y pasa a otras actividades — Impulsividad excesiva: con frecuencia hace cosas
sin reflexionar — Comportamiento repetido y continuo que perturba a otros (por ejemplo, rabietas excepcionalmente
frecuentes y severas, comportamiento cruel, desobediencia grave y persistente, robos) — Cambios súbitos en la
conducta o en las relaciones con sus compañeros, incluido el aislamiento y la ira.