Actualmente los ciudadanos de la sociedad de la información, demandan instituciones educativas
flexibles y sistemas formativos innovadores y de calidad,
Con la finalidad de ejercer eficazmente como miembros de un colectivo en el que el conocimiento y la
preparación son la base esencial para afrontar los constantes procesos de cambio a los que están
sometidos.
Aprender en esta era implica dotar a las personas de nuevas habilidades que las capaciten para poder
vivir un constante aprender, desaprender y reaprender.
La nueva sociedad se desenvuelve en un contexto global.
Facilitar el acceso al conocimiento para quien quiera que sea, desde cualquier lugar y en cualquier
momento, debe ser característica esencial.
Este planteamiento adquiere mayor relevancia, si lo asociamos a la obsolescencia a corto plazo de la
mayoría de los conocimientos adquiridos.
De ahí la importancia de aprender a desaprender y a reaprender, y de disponer de sistemas de
formación que permitan que el acceso al proceso de aprendizaje se haga según los intereses y al
ritmo que cada cual desee o requiera.