LA INTERDEPENDENCIA ENTRE POLÍTICA Y ECONOMÍA: LA
POSICIÓN DE LA ESCUELA DE LA PUBLIC CHOICE
los gobernantes persiguen normalmente (al menos en principio) el bienestar de los ciudadanos o que, cuando menos, al
tratar de resolver determinados problemas intentan que su bienestar no empeore.
La escuela de la Elección Pública
(Public Choice), se distinguió desde
un principio en esta controversia al
tratar de profundizar en el
comportamiento de las
autoridades, las distorsiones que
provocan en el mercado y las
contradicciones
El punto de partida que critican
radica en la creencia de que la
política económica de un
gobierno
Esta visión idealizada de la
intervención pública en la vida
económica tenía su
fundamento en dos supuestos
básicos. P
. En síntesis, los autores que se mueven bajo este tipo de
planteamiento teórico cuestionan ese supuestamente
«desinteresado» y «benevolente» papel de los gobiernos
intenta maximizar su bienestar particular, sea éste lograr una mayor renta disponible;
continuar gobernando o derribar al gobierno existente; influenciar en la toma de
decisiones para su propio beneficio
Frente a este enfoque, cada vez ha
ido tomando un mayor arraigo la
tesis de que la economía influye
en la política, pero que también
esta última influye en el mundo
económico.
Los planteamientos de la escuela de la Elección Pública5 no
abordan un terreno nuevo, pese a lo que algunos pudieran
pensar, puesto que como ha señalado uno de sus máximos
representantes, Buchanan
Además tiene tres líneas embrionarias fundamentales:
a) Las investigaciones ligadas a la economía del bienestar, la
microeconomía y la teoría de la hacienda pública, con tres componentes
básicos: la posibilidad de agregación colectiva de las preferencias
individuales (Black y Arrow); los estudios de los fallos del mercado,
especialmente en el terreno de las externalidades (Baumol), y los trabajos
sobre el fenómeno de los bienes públicos (Musgrave, Samuelson).
b) La aplicación de los principios económicos al mundo político
en la línea iniciada por Downs, basada parcialmente en
aportaciones previas de Hotelling
c) Las aportaciones procedentes de campos muy
diversos, pero que contienen manifestaciones y
principios que encajan dentro del ámbito de estudio
de la Public Choice, tales como la teoría de juegos
(Neumann y Morgerstern)
Desde una perspectiva teórica, los impulsores de las tesis de la Elección Pública han seguido dos orientaciones básicas: la primera, de carácter
normativo, infiere juicios de valor e introduce conceptos relacionados con las nociones de justicia y bienestar, de cara a la consecución de objetivos
redistributivos; la segunda, de carácter positivo, ha intentado desarrollar conceptos y teorías acerca de las preferencias de los individuos, afrontando
el análisis del sector público como un agente que tiene los mismos patrones de conducta que cualquier otro agente económico que opera en el
mercado.
TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA INTERVENCIÓN DE LOS GOBIERNOS
El análisis específico de la interdependencia entre política y economía orientado a tratar de entender desde
una perspectiva teórica la acción pública de los gobiernos
La teoría electoralista
La base de este planteamiento teórico deriva de los trabajos de
Nordhaus y de Lindbeck, desarrollados a mediados de los años
setenta bajo los siguientes supuestos fundamentales:
a) Ámbito económico 1. Los gobiernos actúan bajo la
restricción económica de no poder maximizar
simultáneamente los objetivos de estabilidad de precios
y pleno empleo, teniendo que adoptar soluciones de
intercambio (trade-off ) en el corto plazo.
b) Ámbito político 4. Los partidos políticos
con tareas de gobierno están
desideologizados y se mueven únicamente
por el objetivo de permanecer en el poder el
mayor tiempo posible.
Bajo este planteamiento, debería cumplirse que los
partidos en el poder siguen diferentes reglas de política
económica en función de la proximidad o de la lejanía de las
elecciones
1. Una expansión económica en el año actual o en
el año anterior a la elección, con un crecimiento
del PIB mayor que el normal y una tasa de
desempleo por debajo de la media.
La respuesta a la cuestión clave sobre cómo puede producirse un ciclo electoralista de estas características se encuentra en la existencia de
votantes no racionales y retrospectivos, que cuando llega el momento de ejercer su derecho al voto, prácticamente han olvidado el pasado y
sólo toman en consideración la evolución económica reciente, es decir, los resultados económicos más próximos.
2. La tasa de inflación comienza a incrementarse
inmediatamente antes o justo después de la
consulta electoral.
2. La tasa de inflación comienza a incrementarse
inmediatamente antes o justo después de la
consulta electoral.
La teoría partidista
La base de este planteamiento se encuentra en los trabajos pioneros de Hibbs,
iniciados a fines de los setenta, en los que al examinar cómo en un conjunto
de países de la OCDE los gobiernos utilizaban la política económica para
influir en los resultados electorales
Los supuestos básicos de la teoría partidista (TP) sólo difieren en tres de los seis expuestos en el caso
de la teoría anterior
2'. Los votantes tienen diferentes preferencias en relación con el crecimiento,
la inflación y el desempleo, pero siguen siendo no racionales y descontando
mal el tiempo.
4'. Los partidos políticos están ideologizados, comportándose según su adscripción ideológica.
Los partidos de izquierdas estarán pues más preocupados por el desempleo y el crecimiento
(pleno empleo), en tanto que los partidos conservadores prestarán mayor atención a la inflación
(estabilidad de precios).
6'. Los votantes difieren también en sus preferencias con respecto a los principales objetivos de la
política económica, pero, como no son racionales, los de izquierdas optarán por apoyar a partidos que
tengan una mayor preocupación por el pleno empleo
Las implicaciones que se derivan de este planteamiento son claramente diferentes de las que
se examinaron antes: 1. Las reglas que siguen los partidos políticos para definir sus actuaciones
son distintas de acuerdo con su adscripción ideológica: políticas expansivas para los de signo
izquierdista y políticas restrictivas para los conservadores.
2. Los objetivos y los instrumentos de la política económica seguirían un modelo
cíclico, pero partidista, de tal suerte que las diferencias sistemáticas descritas en
el punto anterior deberían de ser persistentes y observables durante todo el
período de mandato de un gobierno
El enfoque de la competencia: la teoría electoralista racional
El supuesto de un electorado ingenuo, incapaz de
aprender de las experiencias pasadas por su «miopía»
política, e incapaz también de evitar errores sistemáticos
en sus expectativas, propio de las dos formulaciones
teóricas
La aceptación de estos nuevos planteamientos y su aplicación al terreno del ciclo
político-económico ha conducido a la formulación de la teoría electoralista racional
(TER), que puede considerarse surgida del intento de conciliar las implicaciones de la
teoría de Nordhaus con la racionalidad de los votantes.
Los gobiernos toman ventaja de esta asimetría en la información y se comportan
de forma oportunista (maximización de los votos para seguir en el poder)
apareciendo como equipos competentes antes de cada elección.
. Los supuestos de esta última que ahora se modifican son los
siguientes: 1''. No existe posibilidad de conciliar ni en el corto
plazo ni tampoco en el largo plazo los objetivos de estabilidad
de precios y pleno empleo. Es decir, la curva de Phillips es
vertical en el corto y en el largo plazo.
6''. La decisión de voto de los electores está condicionada por la
maximización de su utilidad, que es idéntica para todos y se define
en términos de una baja tasa de inflación y una alta tasa de
crecimiento del PIB
Precisamente, la alteración de estos supuestos respecto de la TE hace que
las implicaciones empíricas de la TER sean diferentes:
1. Los ciclos que pueden aparecer en el corto plazo son generalmente de signo
presupuestario (por actuaciones de política fiscal conducentes a la utilización con
fines electoralistas del déficit público) y, en algunos casos, de carácter monetario
(por actuaciones oportunistas de la política monetaria, usualmente de signo
expansivo
2. La celebración de procesos electorales genera siempre un coste en términos de
posible manipulación por parte de los gobiernos, pero las «distorsiones» económicas
que se producen tienen siempre un propósito útil, dado que la expansión preelectoral
(mayor crecimiento del PIB,