El ángel, representado bajo la apariencia de,
de un adolescente joven: de un monaguillo,
como dice P. du Colombier.
El segundo tipo de niño será el modelo y el
precursor de todos los niños pequeños de la
historia del arte: el Niño Jesús o la Virgen
Niña, ya que la infancia está aquí vinculada al
misterio de su maternidad y al culto mariano.
En la época gótica aparece un tercer tipo de
niño: el niño desnudo. Las Biblias moralizadas
en la que aparecen niños vestidos, excepto si
se trata de los Inocentes, o de los niños
muertos a cuyas madres juzgará Salomón.
Tipos de infancias
La infancia
religiosa
La infancia
santa
La infancia: el
retrato y el putto.
En el grupo de Jesús y de su madre, el artista
recalcará los aspectos graciosos, sensibles, ingenuos
de la pequeña infancia: el niño buscando el seno de
su madre, o disponiéndose a abrazarla, a acariciarla;
el niño jugando a los juegos propios de la infancia
con un pájaro que él lleva atado, o con una fruta.
La infancia graciosa que se divierte de las gracias e
ingenuidades de la primera infancia: necedades
pueriles con las cuales nosotros, los adultos, nos
divertimos como pasatiempo, al igual que los monos.
En los retratos se separa al niño de la familia. La
familia se había separado de la parte religiosa
del cuadro de los donantes. En lo sucesivo, se
representa al niño solo y por sí mismo.
En unos casos, el niño está solo; en otros, el
pintor agrupa a varios niños de una misma
familia. Se trata de un estilo de retrato banal
La aparición del retrato del niño muerto, marca
un momento sumamente importante en la
historia de los sentimientos. Una efigie funeraria,
al principio no se representará al niño solo, sino
en la tumba de sus padres.
Esas escenas literarias de infancia corresponden a
las de la pintura y del grabado de costumbres
contemporáneas: descubrimiento de la niñez, de su
cuerpo, de sus modales y de su farfulla.