Desigualdad en la distribución
de los ingresos personales
El coeficiente de Gini mostró en
América Latina un valor promedio de
0,469, de acuerdo con la información
disponible a 2015
La gran mayoría de los países
latinoamericanos exhiben bajas en la
desigualdad de la distribución del
ingreso personal desde 2002, y entre
2006 y 2014 en 13 de un total de 14
países se produjeron caídas del
coeficiente de Gini, con la excepción
de Costa Rica.
La distribución funcional del
ingreso
La tendencia hacia la reducción del
coeficiente de Gini, se registró en la
mayoría de los países una recuperación
de la participación de los salarios en el
PIB, con las excepciones de Bolivia,
Guatemala, México y Panamá, que
continuaron su tendencia negativa.
Un análisis de ocho economías
seleccionadas de América Latina mostró
que la participación del salario en el
valor agregado aumentó en cuatro
países (Argentina, Brasil, Costa Rica y
Honduras), disminuyó en tres (Chile,
Guatemala y México) y se mantuvo
prácticamente constante en uno
(Colombia).
La desigualdad de ingresos desde
la perspectiva de género
El porcentaje de mujeres que reciben
un ingreso como remuneración por su
participación en el mercado laboral es
considerablemente menor que el de
los hombres.
Uno de los pilares
fundamentales para
reducir la desigualdad
es lograr la autonomía
de las mujeres.
La principal fuente de ingresos tanto
de los hombres como de las mujeres
son los sueldos y salarios, que
alcanzan al 54% del volumen total de
sus ingresos personales.
Desigualdad en la propiedad de
activos físicos y financieros
De acuerdo con el Global Wealth
Report 2016 de Credit Suisse, la
riqueza en el mundo está muy mal
distribuida: el 0,7% de los adultos (35
millones de personas) concentran
casi la mitad (45%) de los activos
físicos y financieros del mundo; un
total de solo 123.000 personas con un
muy elevado patrimonio (que poseen
más de 30 millones de dólares)
acaparan el 9% de la riqueza mundial
y 1.722 pertenecen al selecto grupo
de los milmillonarios (billionaires).
Desafíos en la comprensión de
la desigualdad
La CEPAL postula la necesidad de un nuevo estilo de
desarrollo que ponga la igualdad y la sostenibilidad en el
centro, y ha señalado la relevancia de disminuir los altos
niveles de desigualdad que afectan a los países de América
Latina y el Caribe. La experiencia reciente de los países de la
región en sus esfuerzos de reducción de la pobreza indica que
alcanzar ese objetivo solo es posible poniendo énfasis en el
combate a la desigualdad y avanzando hacia su disminución
sustantiva, en sus diversas dimensiones e interrelaciones.