los daños ambientales provocados por
el crecimiento demográfico
Existen en el Mundo más de 7 mil millones de persona, quienes requieren de alimento, agua, vestido y
vivienda para sobrevivir, estas necesidades básicas son cubiertas gracias a los recursos naturales que
se obtiene de la Tierra, sin embargo, el crecimiento demográfico ha implicado una sobreexplotación
que ha llevado al Planeta a rebasar su capacidad.
Se consumen recursos naturales más rápido de lo que se pueden volver a generar y se desechan
residuos más rápido de lo que pueden ser absorbidos.
El medio ambiente tarda 18 meses en recuperarse de lo que los seres humanos gastan y desechan en
un año.
El sistema para medir el impacto que tiene la presencia del ser humano y sus actividades sobre el
planeta se encuentra la huella ecológica.
El concepto surgió en la década de 1990 como propuesta del ecólogo William Rees y de su compañero
Mathis Wackernagel para medir el impacto que tenía el ser humano sobre la Tierra, así como la
capacidad que éste tiene para cubrir las necesidades de los seres vivos que la habitan.
Extracción de agua
El agua es el recurso natural cuya escases genera mayor preocupación a nivel internacional ya que su
consumo resulta indispensable para la supervivencia de los seres vivos.
Una persona puede sobrevivir sin consumir alimentos por un largo tiempo sin embargo no lo logra si
lo que le falta es agua.
La Tierra posee 400 millones de km³ de agua, pero sólo el 2.5% se considera potable, de la cual el 70%
se encuentra en glaciares por lo que no está disponible, dejando un 0.3% de líquido para consumo
humano.
Impactos ambientales de los asentamientos urbanos
El impacto ambiental inmediato de los asentamientos urbanos deriva del cambio de uso del suelo,
además de los procesos locales de contaminación.
Sus impactos directos son de mucho mayor alcance que los indirectos. Para su funcionamiento, las
ciudades realizan intercambios materiales y energéticos con un territorio muy amplio, contiguo o
lejano. La ciudad requiere agua, alimentos y energía para sostener sus procesos.
Como resultado del consumo o transformación de bienes y servicios, las ciudades generan copiosas
cantidades de residuos sólidos y líquidos, además de contaminantes de la atmósfera, que afectan
ecosistemas locales y distantes.
El territorio necesario para la sustentación de un asentamiento urbano configura lo que se denomina
su "huella ecológica".
Los impactos indirectos son también de gran envergadura. En la medida en que las ciudades
concentran la demanda de bienes y servicios, inciden en la dinámica productiva y ambiental de zonas
rurales, de otras zonas urbanas distantes e incluso de áreas localizadas en otros países.