Conjunto de técnicas y actividades que puedes realizar con tu bebé con el objetivo de desarrollar al
máximo sus capacidades físicas y mentales que serán muy importantes para su vida adulta.
La estimulación temprana ofrece una gama de experiencias nuevas que también ayudan al correcto
desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional de tu hijo.
Objetivo de la estimulación temprana.
permitir el máximo desarrollo del niño (tanto a nivel general como en áreas específicas), sirviendo de
estrategia para evitar y atenuar riesgos que puedan alterar su evolución normal.
La estimulación temprana es muy recomendable e importante desde los primeros meses, además el
primer año de vida constituye la base del desarrollo humano.
Esta importancia ha sido demostrada en numerosas investigaciones. Investigaciones que ponen en
evidencia cómo a través de la misma el cerebro del bebé desarrolla más conexiones neuronales que le
permitirán un mayor aprovechamiento de sus capacidades.
Sujetos susceptibles de estimulación.
Debemos partir de la idea de que cualquier niño, cualquier bebé, es susceptible de recibir actividades
de estimulación; independientemente de que su desarrollo sea normal o sea considerado de riesgo o
alto riesgo.
Profesionales que desarrollan la estimulación.
Equipo multidisciplinar (psicólogos, pedagogos, médicos, fisioterapeutas, logopedas). Este equipo
previamente ha evaluado al niño y ha entrado en contacto con su familia, para elaborar el programa
de estimulación.
Frecuencia de las sesiones La frecuencia de las sesiones de estimulación es otro factor importante;
lo habitual son realizar dos sesiones semanales de entre 45 y 60 minutos de duración.
Áreas de trabajo de la estimulación tempran
Desarrollo físico. Desarrollo psicomotor. Motricidad gruesa. Motricidad fina. Desarrollo
perceptivo-cognitivo. Sensorial. Cognitivo. Desarrollo lenguaje. Desarrollo psicosocial y
afectivo (habilidades sociales y autonomía personal).