Cuentas ya con un conjunto de documentación controlada a través de un gestor de referencias y has
analizado los documentos relevantes, habiendo elaborado tu composición o síntesis personal.
Al redactar tu trabajo es probable que utilices, que tomes prestada, información procedente de los
documentos consultados.
Hundir las raíces en la literatura previa es conveniente: es documentar el trabajo.
Pero tienes que hacerlo bien: tanto si incluyes frases literales, datos, tablas o imágenes, como si parafraseas
o resumes las ideas de otro autor, tienes que citar la procedencia y referenciar la fuente.