Esto es necesario para que los lectores, de tu trabajo, por ejemplo, las entiendan sin
confusiones ni desorden, para ofrecerlas con claridad y brevedad.
Por eso existen pautas o estilos bibliográficos,
que normalizan cómo se describen o identifican los
documentos, cómo se citan dentro del texto, etc.
También se llaman estilos de documentación.
Puedes pensar que no deja de ser paradójico que por un lado se
requieran pautas para que las citas y referencias sean coherentes
y por otro haya decenas de tipos de pautas para ello, con lo
que difícilmente se puede conseguir de forma universal.