Es difícil cuidar del otro, sobre todo
cuando éste es frágil y vulnerable
La emoción es un forajido que ronda
las murallas del discurso racional y
civilizado
Cuando alguien confunde constantemente la realidad y la ficción,
no ser capaz de desarrollar un razonamiento lógico, ni comunicar
con el lenguaje lo que se desea o lo que le pasa.
Entonces se trata de poner en relación la experiencia de lo frágil con el
pensamiento, con la filosofía, con una reflexión filosófica sobre la educación
en un mundo acostumbrado a ver lo desviado desde el exclusivo punto de
vista de lo normal.
Se trata de vivir la vida, porque el cuidado de la vida se forja a cada
instante; en el instante presente, que es la dimensión más frágil del
tiempo.
EDUCACIÓN PARA
LA FELICIDAD.
Existen factores que nos hacen cotidianamente sentirnos mal y por
tanto, ser infelices.
Predominio del miedo
Estrés imaginado
Ausencia de des-aprendizaje
Dejarse influir por los
estímulos externos
Se buscan los factores que facilitan el
bienestar psicológico.
Control de las emociones
Mantenimiento
Plantear objetivos que nos motiven
y nos hagan disfrutar
Relaciones personales
Ser autónomo y responsable de lo
que me ocurre
Vivir el presente
EDUCACIÓN PARA LA
PAZ.
Debemos adoptar la actitud de vigías para alertar a tiempo y prevenir
los acontecimientos que negativamente afectan la dignidad humana.
Los derechos humanos, la tolerancia, la justicia; tienen un importante
desarrollo teórico y práctico, por medios formales y no formales.
La educación para la paz es un proceso de participación en el cual debe
desarrollarse la capacidad crítica, esencial para los nuevos ciudadanos del
mundo.
Se deben enseñar y aprender soluciones a los conflictos, a la violencia, a
la explotación de género, a combatir el daño ambiental y oponerse a todo
lo que sea contrario a la vida y a la dignidad humana.
Hay que aprender a comportarse para favorecer la transición de una cultura
de guerra y de fuerza a una cultura de paz.