Organización relativamente estable de
aquellas características estructurales y
funcionales, innatas y adquiridas bajo las
especiales condiciones de su desarrollo
que conforman el equipo peculiar y definitorio
de conducta con que cada individuo afronta las
distintas situaciones. Bermúdez, M. J.,
Pérez-García, A. M., & Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 21
La psicología de la
personalidad como disciplina
No se formalizó, como una rama
de la psicología, si no hasta
finales de la década de los 30.
Los psicólogos de la personalidad mantenían, como hoy en día ya es
ampliamente asumido, que la única forma de comprender la conducta
era analizando al individuo total. Bermúdez, M. J., Pérez-García, A. M., &
Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 27
La psicología de la personalidad, ha puesto
su énfasis en:
El estudio de la persona total
La dinámica de la
motivación humana
La identificación y medida de las
diferencias individuales entre las
personas
Modelos teóricos
El modelo internalista
Entiende que la conducta está
fundamentalmente determinada por factores
personales o definitorios del individuo.
Planteamientos
Procesuales
Consideran que las variables personales que
determinan la conducta y que posibilitan su
predicción son de naturaleza dinámica
como estados y mecanismos afectivos y/o
cognitivos, existentes en el individuo. Bermúdez, M.
J., Pérez-García, A. M., & Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 32
Biológicos
Se atribuye a los factores causales de la conducta, que
siguen estando en el individuo como en los planteamientos
anteriores, una naturaleza no psicológica. Bermúdez, M. J.,
Pérez-García, A. M., & Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 35
La conducta manifestada por un
individuo está determinada por:
Su peculiar configuración anatómica, estableciendo a
partir de la observación sistemática de distintas
constituciones corporales y de los comportamientos
asociados con ellas
Estructurales
Se considera que las variables
personales son de naturaleza
«estructural», denominándolas como:
Rasgos o disposiciones estables de conducta,
cuya organización y estructuración peculiar
configura la personalidad de un individuo
Allport (1937) define el rasgo como algo que tiene
una existencia real, en los siguientes términos:
«sistema neuropsíquico generalizado y focalizado
El modelo situacionista
Entiende que la conducta está principalmente determinada
por las características del ambiente o situación en que ésta
tiene lugar. Bermúdez, M. J., Pérez-García, A. M., & Ruiz, C. J.
A. (2011). pág. 30
El modelo interaccionista
Reúne las dos posiciones
anteriores, señalando que:
la conducta está determinada, en
parte, por características personales
En parte, por parámetros situacionales; y, fundamentalmente,
por la interacción entre ambos conjuntos de determinantes.
Elementos importantes en el
Estudio de la personalidad
La estructura
se refiere a los aspectos más estables de la
personalidad. Bermúdez, M. J., Pérez-García,
A. M., & Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 42
El proceso
se refiere a los conceptos motivacionales, cognitivos o
afectivos que dan cuenta de la conducta. Bermúdez, M.
J., Pérez-García, A. M., & Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 43
Consideran que la personalidad es
un sistema de unidades mediadoras
Expectativas,
metas, creencias
y procesos psicológicos (cognitivos y
afectivos), conscientes e inconscientes,
que interactúan con la situación.
Los determinantes
ambientales y culturales
Entre los determinantes ambientales nos
encontramos los factores culturales, sociales
o familiares.
El pertenecer a una u otra
cultura determina:
Las metas que nos proponemos, nuestra forma
de valorar el éxito o el fracaso, lo que es
importante y lo que no lo es
de ahí, las consiguientes reacciones
cognitivas y afectivas que podemos
experimentar ante estas situaciones
Los niveles de análisis
El estudio de estas unidades nos permitirá no sólo predecir la
conducta, como hacemos con los rasgos más estables, sino
identificar los mecanismos causales responsables de la conducta
Las integraciones
recientes
La psicología de la personalidad debería proporcionar un marco
integrador para entender las características comunes a todas las
personas, las diferencias individuales en esas características
comunes, y finalmente, el patrón único de cada individuo.
Bermúdez, M. J., Pérez-García, A. M., & Ruiz, C. J. A. (2011). pág. 48