El documento escrito más conocido de los que hacen referencia al origen de las cosas es el libro del
Génesis (data de hace unos 3.000 años).
Con infinita sabiduría, el autor de este texto deja de lado el origen del Universo y empieza su historia a
partir de una Tierra ya existente.
Es una extraordinaria descripción del origen de las cosas y de la vida en laTierra.
Es un texto religioso y como tal hay que tomarlo; dentro de su sencillez y claridad tiene puntos de
coincidencias curiosas con lo que sabemos hoy en el siglo XXI.
En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo; pero el espíritu de Dios aleteaba por
encima de las aguas.
Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de las tinieblas; y
llamó Dios a la luz «día», y a las tinieblas la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero.
Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.»
E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento de las aguas de por
encima de él. Y llamó Dios al firmamento «cielo». Y atardeció y amaneció: día segundo.
Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo lugar, y aparezca lo seco»;
y así fue.
Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mar»; y vio Dios que estaba bien.
Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto
conteniendo en ellos la simiente de su propia especie.» Y así fue.
La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla según sus especies, y árboles que dan fruto con
la semilla dentro según sus especies; y vio Dios que estaba bien.
Y atardeció y amaneció: día tercero.
Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para separar el día de la noche, y sirvan de señales
para distinguir las estaciones, los días y los años; y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la
tierra.» Y así fue.
Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para regir el día, y el lucero pequeño para regir la
noche, y las estrellas; y los puso Dios en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, y para regir el
día y la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien. Y atardeció y
amaneció: día cuarto.
Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y revoloteen las aves sobre la tierra frente al
firmamento celeste.» Y creó Dios los grandes animales marinos y todos los seres vivientes que se
mueven y que pululan en las aguas según sus especies, y todas las aves aladas según sus especies; y
vio Dios que estaba bien; y los bendijo Dios diciendo: «creced y multiplicaos, y llenad las aguas de los
mares, y las aves crezcan en la tierra.» Y atardeció y amaneció: día quinto.
Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes según su especie: bestias, reptiles y alimañas
terrestres según su especie.» Y así fue.
Hizo Dios las alimañas terrestres según especie, y las bestias según especie, y los reptiles del suelo
según su especie: y vio Dios que estaba bien.
Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y domine sobre los
peces del mar, sobre las aves del cielo, y sobre las bestias y sobre todas las alimañas terrestres, y
sobre todos los reptiles de la tierra.
Concluyéronse pues, el cielo y la tierra y toda su ornamentación, y dio por concluida Dios en el
séptimo día la obra que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera.
"Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios
había hecho. Esos fueron los orígenes del cielo y la tierra, cuando fueron creados".
El creacionismo es la creencia religiosa de que el Universo y la vida se originaron «de actos concretos
de creación divina».
Para los creacionistas de la Tierra joven, esto incluye una interpretación bíblica literal de la narrativa
acerca de la creación presentada en el Génesis (el primer libro de la Biblia) y el rechazo de la teoría
científica de la evolución.